Vísteme despacio que tengo prisa. La Agencia Federal de la Aviación (FAA) de Estados Unidos ha indicado este lunes que el fabricante Boeing necesita "tiempo adicional" para seguir trabajando en la revisión del software del 737 MAX, avión que en un periodo de cinco meses se ha visto involucrado en dos accidentes que costaron la vida a más de 300 personas.

El organismo norteamericano ha indicado que espera recibir en las próximas semanas las mejoras del software que ha llevado a cabo la compañía para proceder a su aprobación. Asimismo, ha aclarado que someterá esta actualización a una "revisión de seguridad rigurosa" y no dará luz verde a la misma para su instalación hasta que esté "satisfecha" con el envío.

El fabricante norteamericano reunió la semana pasada a 200 profesionales de aerolíneas de todo el mundo -entre los que había pilotos, responsables de seguridad y de mantenimiento- en su factoria de Renton, Estados Unidos. En este encuentro Boeing presentó una serie de mejoras que tiene previsto implementar en las aeronaves tras los accidentes registrados recientemente por aparatos 737 MAX en Etiopía e Indonesia.

En ese momento la compañía anunció que quedaba en manos de la FAA la revisión de esos cambios y la decisión sobre los siguientes pasos a dar. El anuncio realizado este lunes parece otorgar más tiempo a Boeing y al regulador estadounidense para fijar un calendario definitivo para los nuevos pasos a dar antes de que los 737 MAX vuelvan a volar.

Cambios anunciados por Boeing

El fabricante aeronáutico comunicó la semana pasada que ha desarrollado una actualización del MCAS, el sistema de software que según los primeros indicios podría estar involucrado en los accidentes de Lion Air y Ethiopian Airlines. Entre los cambios comunicados destaca que el sistema ahora comparará los datos de más sensores

Del mismo modo, el MCAS ya nunca podrá proporcionar una entrada de fuerza al estabilizador mayor de la que puede ser contrarrestada por los pilotos. La tripulación seguirá teniendo siempre la capacidad de anular MCAS y controlar manualmente el avión.

Boeing también ha lanzado una revisión del entrenamiento y los manuales de los pilotos. El fabricante estadounidense aclaró que, actualmente, para obtener una certificación para cualquier avión de la familia 737, los pilotos deben completar 21 días o más de capacitación académica dirigida por un instructor y además de la formación en simulador.

En lo que tiene que ver con el entrenamiento que reciben los pilotos que ya tienen experiencia con otras aeronaves de la familia 737, para poder volar la versión MAX Boeing va a seguir basando esta formación en un programa informático.

Boeing ha actualizado esta herramienta de formación a la vez que ha actualizado el software. Una vez sea aprobada la actualización, todos los pilotos del 737 MAX recibirán esta formación complementaria. El objetivo de los cambios introducidos en los manuales es proporcionar a los pilotos mejor comprensión del software del avión y hacer más incidencia en la función MCAS y los cambios de software relacionados.

El 737 MAX, fuera de las programaciones

El daño colateral de la decisión de la FAA y el resto de organismos de seguridad aéreos lo están sufriendo las aerolíneas. Air Canada ha anunciado que va a ampliar hasta principios del mes de julio la retirada de su flota de 737 MAX de su programación. La decisión supone un aumento del periodo anunciado con anterioridad que marcaba el 31 de mayo como fecha hasta la que no contaría con estos aviones.

Por su parte, American Airlines, tiene previsto cancelar 90 vuelos al día hasta el 24 de abril. Un anuncio que previsiblemente tendrá que ampliar tras los anuncios realizados este lunes. 

Otra de las grandes afectadas, la estadounidense Southwest, ha cuantificado que, sólo en el primer trimestre de 2019, los problemas del 737 MAX le van a ocasionar mas de 130 millones de euros de pérdidas. Una cifra que en el caso de la europea TUI, que cuenta con 15 unidades, llegaría a los 200 millones de euros, según sus primeras estimaciones.

Del mismo modo, se ha conocido que Bjorn Kjos, consejero delegado de Norwegian, ha viajado a Estados Unidos para negociar personalmente con la alta dirección de Boeing las compensaciones por la situación que el 737 MAX está generando a su empresa. La compañía, que cuenta con 18 aviones de este tipo, está viendo muy afectada su capacidad de operación lo que ya está influyendo en su cotización bursátil. 

A la vez que las pérdidas de las aerolíneas crecen, la potencial factura que estas compañías van a trasladar a Boeing y a las autoridades estadounidenses responsables de la certificación del avión va engordando. Un proceso para el que parece difícil que veamos una resolución antes de que arranque el verano. Uno de los periodos del año donde más se juegan las aerolíneas

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