El presidente ejecutivo de Seat, Luca de Meo, confirmó durante la presentación de resultados anuales de la compañía la pasada semana, que fabricará el Cupra Formentor en la factoría de Martorell (Barcelona) desde el año que viene. Un curso en el que se inicia la fabricación de la nueva generación del Seat León. Esto significa que se asegura la producción en Martorell a su máximo rendimiento al menos hasta 2025, pese a la marcha del Audi A1.

De Meo ha confirmado su apuesta por España y por aumentar la producción de su fábrica de Martorell. Esta decisión llega además de la mano del lanzamiento de seis coches eléctricos e híbridos. El objetivo de su matriz, el grupo Volkswagen, es que Seat desarrolle “vehículos eléctricos asequibles", y con un precio de entrada por debajo de los 20.000 euros. Una gran apuesta que tendrá su centro de operaciones en nuestro país. 

Pero no es todo. Estos anuncios han venido de la mano de los mejores resultados de la historia de Seat: un beneficio de 294 millones de euros en 2018, un 4,6% más que el año anterior; 223 millones de beneficio operativo, un 93,2% de crecimiento; 9.991 millones de cifra de negocio y 51.627 vehículos vendidos.

Unas cifras en las que Luca de Meo ha tenido gran responsabilidad. Dirigiendo la compañía desde noviembre de 2015, el presidente de Seat ha cumplido con los objetivos, ha sorteado los altibajos del sector y ha logrado beneficios sólidos año tras año. Una gestión que a la luz de los resultados, no admite discusión.

El pasado viernes, Ignacio Sánchez Galán enfrentó la junta general de accionistas de Iberdrola con unos resultados históricos bajo el brazo. La eléctrica obtuvo un beneficio neto que, por primera vez, superó los 3.000 millones de euros. La vasca se anotó 3.014,1 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 7,5% en 2018.

Unos números en los que el presidente de Iberdrola tiene gran responsabilidad y que han permitido retribuir al accionista como nunca antes se había hecho. En esta junta se aprobó el incremento del 7,7% en la remuneración, para alcanzar, con 0,351 euros por acción, el mayor dividendo pagado hasta la fecha. A los 0,151 euros abonados en febrero, se sumarán otros 0,2 euros en julio.

Miel sobre hojuelas para Sánchez Galán que ha sido reelegido hasta 2023 por amplia mayoría de la junta, una buena prueba de la confianza de los accionistas en su dirección, no solo en la gestión del año pasado, sino que en toda su trayectoria, como CEO desde 2001 y como presidente ejecutivo de 2006.

Una gestión en la que Iberdrola también sale favorecida en relación a su competencia directa. La operadora duplica el valor de sus tres principales competidores en España, indicó Sánchez Galán que agregó en la junta que en 2018 se han invertido 5.300 millones de euros, "lo que supone superar los 20.000 millones de euros de inversión en los últimos cinco años".

¿Un motivo adicional para expresar satisfacción? Las fotos de la Junta en las que podían verse a las seis mujeres que forman parte del consejo de la eléctrica, un referente en lo que tiene que ver con la inclusión de la mujer en los consejos de administración del Ibex.