Edgar se ha convertido un un cyborg. Ha sido el protagonista de una sesión de biohacking en el 4YFN donde se le ha insertado un chip en la mano. ¿El motivo? “Dispongo de domótica en mi casa y puedo abrir la puerta con mi mano sin necesidad de llevar las llaves encima. También lo he hecho porque es fácil retirarlo: basta con hacer un corte en mi mano y presionar para sacarlo”, ha explicado.

Los asistentes han presenciado con expectación la 'instalación' de este chip. Tras limpiar la zona, se le ha realizado un corte en la mano para introducirlo. Una especialista se ha encargado de llevar a cabo la intervención, a la que un 15% de los espectadores estaría dispuesto a someterse, según un recuento a mano alzada.

Instalación de un chip para efectuar pagos con la mano.

Los chips siguen sonando futuristas aunque hace tiempo que son una realidad. De hecho, existen empresas cuya actividad depende de ellos. Kernel diseña chips que permiten almacenar recuerdos en el cerebro y Secondsight devuelve parcialmente la vista a personas ciegas a través de implantes.

En el congreso de start-ups que se celebra estos días en Barcelona, Banco Sabadell ha demostrado que también sirven para hacer pagos. Además de Edgar, Pau ha mostrado como es capaz de hacer transferencias con escanear el chip con su smartphone. “Se trata de dinero real”, ha explicado Álex Rodríguez, miembro del Global Futures Council del World Economic Forum.

El chip que lleva Pau en la mano contiene su información bancaria, por lo que con solo escanearlo a través de la aplicación del Sabadell puede efectuar pagos o realizar transferencias.

Ghislaine Boddington, cofundadora de body>data>space, ha señalado que si “ya llevamos implantes en la boca o anticonceptivos, por qué no incorporar otro tipo de implantes que permiten conocer más acerca de nuestro cuerpo”. En esta línea, ha asegurado que “los implantes se convertirán en regalos de cumpleaños en el futuro”.

“La gente no quiere llevar tantas cosas en los bolsillos, pudiendo llevarlo en un chip”, critica Boddington. En 24-72 horas, Edgar podrá dejar de llevarlas. Es lo que tarda en cicatrizar la herida y dejar disponible el chip para su programación.

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