Manuela Carmena no quiere líos con los taxistas a las puertas de las elecciones. El Ayuntamiento de Madrid se prepara para crear una ordenanza que permita regular al sector de los vehículos de alquiler con conductor (VTC). Un documento que en la práctica supone ‘taxificar’ las VTC, aunque con un reglamento ligeramente más vitaminado que el del Taxi en algunos aspectos.

El documento redactado por el área de Movilidad que lidera Inés Sabanés, y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, contempla que los coches de alquiler con conductor vean limitadas sus paradas para recoger o dejar viajeros. Establece para ello la prohibición de que puedan utilizar los carriles bus, pero tampoco podrán parar a 100 metros de cualquier estación de bus, tren o aeropuerto que tenga algún párking público o algún lugar destinado para ello.

Para evitar que pueda haber picarescas, el borrador de la normativa establece que cuando haya una precontratación telemática (es decir, Uber y Cabify) tendrán que planificar sus rutas para que no haya problemas con las paradas. En concreto, deberán emplear la geolocalización para “que ni el inicio ni el final del trayecto pueda establecerse en carriles bus o en otros lugares donde este tipo de vehículos tengan la parada prohibida”.

Límite en vacío

Además se va a crear un registro telemático de VTC, en el que estarán todos los vehículos y los viajes que realicen con origen y destino en la ciudad de Madrid. 

El punto más polémico llega con el artículo seis. En él se establece una limitación a los kilómetros que los vehículos de VTC pueden hacer en vacío. Para ello se emplea la etiqueta medioambiental y se establecen una serie de porcentajes que quedarían de la siguiente manera: los de clase A, el 25%; los de clase B, el 35%; los de la C, el 50% y los que tengan etiqueta ECO, el 65%. Todos ellos en función del total de kilómetros recorridos diario, semanal o mensual.

Habrá que ver de qué manera se establece cuándo se considera que un vehículo viaja en vacío. ¿Si va a recoger un servicio se considera como tal? ¿Se computan los regresos a la base? Una opción, a falta de conocer cómo quiere establecerlo el Ayuntamiento, sería hacerlo en función del recorrido que se vaya a hacer. Es decir, si el viaje precontratado es de 5 kilómetros, como máximo el coche podría estar a 2,5 kilómetros de distancia del usuario si fuera de clase C.

La normativa también exigirá que los coches de VTC estén regidos por el mismo límite horario de los Taxis. De hecho, remite directamente a la ordenanza que regula las licencias de autotaxi en este aspecto. Así, tendrán que librar un día entre semana y uno del fin de semana. Además, el fin de semana sólo podrá operar la mitad de la flota. La licencia podrá ser operada un mínimo de siete horas y un máximo de dieciséis horas.

Obligaciones y deberes

Se recogen también los deberes de los conductores de VTC (iguales a las de los taxistas), pero también los derechos de los pasajeros. Entre otros, exigirá que se especifique claramente el precio a pagar y su desglose en conceptos; la obligación de entregar factura al cliente, así como el que aplicaciones como Uber y Cabify dispongan de un canal para presentar reclamaciones.

En total, catorce artículos que buscan la limitación de las VTC y en el que no aparece la famosa licencia urbana que tanto reclaman los taxistas. ¿El motivo? Que la Comunidad de Madrid no ha legislado todavía en favor del consistorio madrileño en este sentido. Por tanto, no puede establecer un sistema como ese; sin embargo, sí puede comenzar a legislar en cuanto a los términos en los que se presta el servicio.

El documento es tan sólo un borrador, que tendrá que ser estudiado ahora junto a las asociaciones del Taxi y del sector de las VTC. Un encuentro que se celebrará, presumiblemente, este miércoles y que promete ser tenso; sobre todo después de la última reunión del Comité Madrileño de Transportes por Carretera, en el que el Taxi se levantó de la mesa nada más arrancar el encuentro.

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