Dia está más hundida que nunca, deambulando al filo de un acantilado. Las últimas 24 horas en la compañía han tomado la forma de huracán, dejando tras de sí la fotografía exacta de lo que está pasando en la cadena de supermercados.

Todo comenzaba con la presentación de resultados anuales, pero Dia ya venía trasnochada de una semana en la que ocurrió casi de todo: Fridman, a través de LetterOne, anunció su intención de lanzar una opa sobre el 71% que no tiene de la cadena; Dia, por su lado, hacía público que había logrado que la banca ampliara el vencimiento de 765 millones de deuda hasta 2023; e inversores minoritarios se agrupaban para buscar una alternativa a la opa del inversor ruso.

Una serie de tira y afloja protagonizados por los diferentes frentes que batallan por el control de la cadena de supermercados, que, a la vista de esta lucha encarnizada, dejaban entrever que los resultados del grupo iban a estar lejos de dejar a nadie indiferente.

Y así fue. Con las cifras hechas públicas, comenzó la tormenta sobre la cadena. Dia anunciaba este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) los peores resultados de su historia.

Pérdidas millonarias, despido colectivo e informe forense

Dia perdió 352,5 millones de euros en 2018, ejercicio que cerró con un patrimonio neto negativo de 166 millones, lo que sitúa a la cadena en quiebra técnica. Asimismo, la deuda neta de la compañía asciende en 1.452 millones de euros, 506 millones más que en 2017. 

Una vez hechos públicos los resultados, la cadena anunciaba acto seguido el despido de hasta 2.100 trabajadores, empleados tanto en Dia como en su filial Twins Alimentación, la que gestiona la enseña Maxi Dia. En total, la cadena cuenta con 4.800 tiendas en España, que emplean a unos 27.000 trabajadores.

Y aquí no acaba todo en las fatídicas 24 horas para la cadena. Con los datos sobre la mesa, Dia encargó a EY realizar un informe forense sobre la gestión de la compañía en los últimos años. Antes de llegar la tarde, la cadena de supermercados anunciaba que iba a denunciar ante la Fiscalía el fraude detectado por la auditora en la revisión de sus cuentas.

En concreto, la investigación de EY habría encontrado pruebas de que se ocultó de forma deliberada información al consejo, al auditor y a los accionistas. Si la denuncia es admitida a trámite por la justicia, se abre la puerta a responsabilidades penales por parte del anterior equipo directivo, liderado por Ricardo Currás, lo que podría llevar a a una serie de demandas en cadena por parte de los inversores que hayan entrado durante el ejercicio 2017 y 2018 en la compañía, al haber tomado sus decisiones en base a información errónea. 

Una jornada que deja a Dia contra las cuerdas, a la espera de conocer si la opa de Fridman sale adelante o si encuentra rebelión en el camino. Todos los frentes están abiertos para una cadena que ha cosechado los peores resultados de su historia durante el año en el que fue expulsada del Ibex 35.

Noticias relacionadas