El Internet de las cosas permitirá que las máquinas se comuniquen entre ellas sin que participe un humano.

El Internet de las cosas permitirá que las máquinas se comuniquen entre ellas sin que participe un humano.

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Las aseguradoras cubrirán la caída del seguro de coche con el negocio de los datos

Podrán compensar la caída de ingresos con servicios como la predicción de averías o la consecución de aparcamiento.

4 febrero, 2019 02:34

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La popularización del Internet de las cosas, entendida como la comunicación entre las máquinas con plena autonomía de la acción humana, va a impactar de forma frontal contra el negocio tradicional de las aseguradoras.

Durante décadas, las fuentes de ingresos de los principales productos de este negocio (coche, casa o salud entre otros) han dependido de la estadística, de perfiles socioculturales y de los históricos personales de los usuarios.

Con la llegada de la digitalización, hemos comenzado a ver cómo estos productos comenzaban a personalizarse cada vez más. Las aseguradoras tienen mejores datos que les permiten calcular mejor los riesgos y establecer las primas que les generan sus fuentes de ingresos.

Con la llegada del Internet de las cosas, el negocio asegurador va a dar el cambio más grande de su historia moderna. La sensorización de máquinas y personas y la automatización de procesos va a modificar las bases de su negocio. 

El seguro del automóvil, el más impactado

Las aseguradoras van a tener que convertirse en gigantes de la computación en tiempo real que les permita generar productos hiper-personalizados al segundo. El informe Ecosistemas digitales para aseguradoras: oportunidades a través de la Internet de las cosas de Mckinsey & Company señala el impacto que el Internet de las cosas tendrá en diferentes segmentos del mercado asegurador. Entre los que mayor impacto sufrirán, destacan los seguros de coche, hogar o salud.

El seguro del automóvil es uno de los que mejor enmarca las oportunidades y los retos empresariales del nuevo entorno. Actualmente los automóviles, y sus conductores, si llevan teléfonos inteligentes, están cada vez más equipados con sensores que no sólo supervisan el comportamiento de conducción y el uso del vehículo, sino que también recopilan otros datos del vehículo.

En el futuro, las compañías aseguradoras tendrán acceso a información en tiempo real que va desde la temperatura del aceite al desgaste de los frenos, pasando por la presión de los neumáticos. Estos datos serán la base para innumerables aplicaciones nuevas que contribuirán a la comodidad del cliente.

El informe señala que los conductores cuidadosos tendrán reducciones considerables en sus primas de seguro. Algo que provocará que las aseguradoras no podrán compensar esa disminución simplemente aumentando las tasas para los conductores de alto riesgo. 

Para minimizar el impacto de esta probable disminución en las primas, será importante para las aseguradoras explorar vías adicionales de negocio. Las compañías de seguros podrán, por ejemplo, proporcionar servicios para evitar riesgos en la conducción, adelantarse a necesidades de mantenimiento necesarias o identificar aparcamientos.

Hogar y salud también se verán afectados

La llegada de Google, Amazon y otros proveedores a la casa inteligente, ha comenzado a facilitar conexiones simples entre dispositivos. Como resultado, muchas aseguradoras de todo el mundo (por ejemplo, Allianz) han iniciado modelos de cooperación, vendiendo productos integrados a través de Google Nest u ofreciendo descuentos en seguros para las personas que equipan sus casas con dispositivos de casa inteligente.

Hasta la fecha, los productos de seguros para hogares inteligentes han vivido, en gran parte, bajo el segmento de propiedad y accidentes del mercado de seguros. Las aseguradoras han tratado el producto de forma relativamente defensiva.

Este campo se relaciona directamente con los servicios de salud conectados. Un negocio que va a ser particularmente relevante en las sociedades envejecidas de los países industrializados.

Las personas con movilidad limitada, por ejemplo, buscarán cada vez más servicios innovadores que les ayuden en sus actividades diarias y permitirles llevar un estilo de vida lo más independiente posible en su hogar.

Las aseguradoras podrán posicionarse como coordinadores digitales de los servicios y proveedores de atención de enfermería. Podrán aprovechar las oportunidades en este sector al proporcionar a los clientes servicios adicionales que les permiten minimizar sus costos.

Prioridades para las aseguradoras

Ante este contexto, el informe de Mckinsey & Company señala una serie de prioridades que  las aseguradoras necesitan definir. Aplicaciones concretas que los clientes estén dispuestos a aceptar en su mercado y que sean relevantes para su modelo de negocio.

Ante esta situación, la selección de los socios adecuados en cada segmento será tan importante como la propia definición de las ofertas basadas en inteligencia artificial. Un punto clave que definirá la escalabilidad y la velocidad con la que puedan implantar sus nuevos servicios.

Por último, pese a que la velocidad de reacción de las aseguradoras va a ser clave a la hora de integrar la inteligencia artificial en sus negocios, estas compañías deberán ver el desarrollo de estos nuevos servicios como una inversión a largo plazo en sus capacidades futuras.