La plantilla de Vodafone continúa con su calendario de movilizaciones en la primera semana de negociación con la empresa del ERE, que pretende despedir hasta un máximo de 1.200 trabajadores. El pasado martes se manifestaron durante una hora en las diferentes sedes que tienen en España reuniendo 736 empleados solo en su sede de Madrid

Cientos de empleados más se les sumaron en el resto de sus sedes en toda España. De esta manera, todos los comités de empresa -con representación de CCOO, UGT y STC- que incluyen a 3.118 empleados (el 60% de la plantilla) han unido sus esfuerzos para protestar con el Expediente y para pedir la dimisión del CEO Antonio Coimbra.

De esta manera, han convocado a una nueva paralización de una hora para el próximo 31 de enero desde las 12:30 a las 13:30. El objetivo es realizar movilizaciones durante todo el mes que duren las negociaciones para cerrar la cifra definitiva de despedidos y sus condiciones de salida de la empresa.

Se constituyó la Mesa Negociadora

Vodafone y sus sindicatos constituyeron el jueves pasado la Mesa Negociadora del ERE que pretende el despido de 1.200 personas y entregaron la memoria explicativa del proceso. En ella se incluyeron las condiciones de las salidas que propone la empresa y que incluyen indemnizaciones de 32 días por año con un tope de 20 mensualidades y prejubilaciones (denominado plan de rentas) a partir de los 56 años.

Todos los sindicatos consideran que este ERE es "inaceptable" y advierten que no se puede despedir al 23% de la plantilla de una empresa que sigue teniendo beneficios. Desde el anuncio del Expediente han culpado al equipo gestor de esta situación y de la pérdida de valor de la compañía en España.

Sigue la caída de ingresos 

El pasado domingo varias decenas de trabajadores de Vodafone se concentraron en la Puerta del Sol de Madrid. El acto se celebró ante el establecimiento de la operadora en la plaza madrileña, con presencia de los representantes de las secciones sindicales de CCOO, UGT y STC en la empresa.

Los ingresos de Vodafone España se redujeron un 7,3% hasta los 1.165 millones de euros durante su tercer trimestre fiscal terminado el 31 de diciembre. En el caso de los ingresos por servicios, los que afectan al segmento comercial, éstos se redujeron un 7,4% hasta los 1.056 millones. La operadora explicó que el impacto de la menor base de clientes "se vio mitigado por la menor actividad promocional en el mercado y la mejora de los resultados comerciales".

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