BBVA ha encargado a la consultora PwC que investigue la relación con la empresa Cenyt, vinculada al excomisario José Manuel Villarejo, en la que participan entre 40 o 50 profesionales, informaron fuentes de la entidad cuyo presidente, Carlos Torres Vila, participa estos días en el Foro de Davos.

El banco inició en junio pasado una investigación interna sobre las informaciones aparecidas a finales de mayo que apuntaban a que la entidad había contratado y pagado diversos servicios al Grupo Cenyt, que se vinculaba a Villarejo.

Los servicios de auditoría interna, con la ayuda del despacho de abogados Garrigues, comprobaron que, efectivamente, el citado grupo prestó servicios diversos al banco pero no se encontró ninguna documentación que reflejara el seguimiento e intervención de comunicaciones privadas a la que aluden las noticias publicadas en los medios de comunicación desde el 9 de enero.

Ahora, en respuesta al compromiso de Carlos Torres de incrementar sensiblemente los recursos destinados a la investigación se ha encargado a PwC una investigación más exhaustiva e independiente, lo que se conoce como "forensic".

"Esta contratación permite acelerar el proceso y hacerlo mejor. PwC tiene más recursos y experiencia  que permite hacerlo todo más deprisa, si bien es un proceso que puede llevar meses. Hablamos de que deben analizar documentos de hace quince años y que tienen que hacerlo con un importante nivel de profundidad", señalan a EL ESPAÑOL fuentes de la entidad.

El bufete Uría Menéndez, por otro lado, apoyará a Garrigues en el apartado jurídico, si bien Garrigues seguirá liderando este apartado.

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón investiga uno de los sumarios en los que está implicado el excomisario, el llamado caso Tándem, en el que aparecen servicios prestados a través de la empresa Cenyt, vinculada a Villarejo, a BBVA durante la presidencia de Francisco González, popularmente conocido como FG.

Entre la documentación que obra en poder de la Fiscalía Anticorrupción constan una serie de pinchazos y operaciones de seguimiento que sitúan el inicio de las relaciones entre BBVA y Cenyt en 2004, cuando Sacyr pretendía tomar el control de la entidad.

Desde el entorno de Francisco González se transmite la idea fuerza de que el expresidente era consciente de que su jefe de Seguridad estaba llevando a cabo labores de inteligencia, pero que ni fueron determinantes para garantizar la independencia del banco, ni conoció nunca los detalles del procedimiento. Concretamente, asegura que no supo de la implicación de Villarejo hasta el año pasado, cuando se empezaron a conocer noticias al respecto.

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