Desde el BBVA se diseñó la 'Operación Trampa' como una estrategia de defensa, un contraataque ante los supuestos movimientos de la constructora Sacyr, con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero como muñidor, para hacerse con el control del segundo banco de España. Una operación que habría demostrado su razón de ser por las personalidades que las últimas filtraciones han revelado como investigadas y por el cruce de intereses que habría alcanzado incluso a Juan Carlos I.

Así se desprende al menos de las revelaciones publicadas por del diario Moncloa.com este jueves, en las que un informe del excomisario José Manuel Villarejo para el banco entonces dirigido por Francisco González (FG) informaba de la presencia del hoy Rey Emérito (SM, en los documentos) en una reunión organizada por el empresario Juan Abelló (AVE), entonces presidente de la constructora y principal interesado en hacerse con el control del BBVA.

El Rey Emérito trasmitió a Felipe González su malestar con Abelló porque dijo sentirse "utilizado por AVE", ya que había asistido "a un encuentro de varias personas en la finca que el empresario tiene en Toledo y su mera presencia había sido utilizada por el anfitrión".

Documento publicado por Moncloa.com

El objetivo del presidente de Sacyr era, ni más ni menos, que "los demás dieran por supuesto" el apoyo del mundo político a su intento de hacerse con el control del BBVA. 

El "trapantojo"

La información revela, además, el detalle de que el Rey -"como es habitual en dichos encuentros"- se retiró a horas tempranas a una habitación reservada expresamente para él: "En dicha estancia, hay un precioso trapantojo que discretamente oculta una puerta por la que se puede acceder a otras habitaciones" [sic].

Más allá de la anécdota, la mala suerte jugó en aquella ocasión contra Abelló, quien supuestamente relató sus intenciones al resto de invitados una vez retirado Don Juan Carlos. El problema se produjo a la mañana siguiente, cuando durante el desayuno uno de los invitados aprovechó su "alta confianza" con SM para preguntarle por la operación que pretendía Sacyr.  

"Explicaciones precipitadas y excusas no convencieron a SM, que transmitió sus sospechas y reparos a GON (Felipe González)", prosigue el informe, dejando claro que Villarejo también investigó las relaciones del expresidente socialista, además de a José María Aznar y a Rodríguez Zapatero dentro de la 'Operación Trampa'.

En el marco de esta operación no sólo se escucharon 15.000 conversaciones telefónicas de 4.000 personas, entre ellas algunos de los principales directores de Comunicación de empresas españolas. También se aireó información sobre la vida privada de Miguel Sebastián y se llegó a plantear la posibilidad de convertir esta información en escándalos dirigidos para desacreditar a los protagonistas. Finalmente no llegó a hacerse nada en este sentido. 

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