En pleno escándalo por las escuchas de Villarejo ordenadas por el BBVA, el Banco de España sale a la palestra para pedir a las entidades financieras que “adopten controles” que permitan evitar “conductas inapropiadas” en su labor. Una solicitud que no es nueva, pero que en este momento cobra más importancia si cabe. 

La advertencia la ha lanzado el propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien considera esencial hacer ese esfuerzo para conseguir “mejorar su reputación”. Y es que nadie oculta dentro del sistema financiero que la publicación de que el BBVA, por orden de Francisco González (FG), escuchaba y espiaba a sus rivales en el intento de asalto al banco por parte de Sacyr, lastra todavía más la ya debilitada imagen que la ciudadanía tiene de la banca. 

Las escuchas de Villarejo y FG son el último capítulo. A él hay que sumarle los desmanes cometidos por algunas entidades durante la crisis económica, los desahucios, el encarecimiento de las hipotecas, las comisiones, etc. La preocupación es tal que la propia Asociación Española de Banca (AEB) está inmersa en la contratación de una agencia que les ayude a mejorar su imagen ante los ciudadanos

Ojo a los márgenes

Dentro de esa estrategia, el Banco de España considera esencial que se adopten las medidas que ha pedido su máximo responsable. Se trata de evitar dentro de lo posible esos comportamientos ilícitos que tanto daño han hecho, y que lastran la confianza de los clientes -algo esencial para el sistema bancario-. 

Para Hernández de Cos estas medidas son uno de los principales retos que tiene el sistema financiero. A su juicio las entidades deberían seguir fortaleciendo el capital y los pasivos ante “la necesidad de una recapitalización interna” ante los nuevos retos regulatorios que se avecinan.

Pero hay más. El gobernador pide a la banca “acelerar” la venta de los activos improductivos pues lastran “su rentabilidad y su capacidad de asignar recursos” al crédito y la financiación de la economía. La mejora de los ratios de rentabilidad, así como la digitalización son los otros deberes que ha puesto a los responsables de las entidades financieras. 

Los datos 'macro'

Unas palabras que Hernández de Cos ha pronunciado durante el Spain Investors Day que se celebra en Madrid, y ante inversores internacionales. A ellos les ha explicado que, en la situación actual, la banca española está bien situada. Sobre todo, considera, si “se aprovecha el actual momento cíclico -todavía favorable- para crear márgenes de actuación presupuestaria ante futuras recesiones, para introducir reformas estructurales que tomen el relevo a las políticas expansivas de demanda de los últimos años”, ha sentenciado. 

Las previsiones del Banco de España estiman que la economía española cerró 2018 con un crecimiento cercano al 2,5%, y seguirá creciendo por encima de la media europea en los próximos años. Ahora bien, alerta también de la elevada tasa de paro que existe en España “que corre el riesgo de convertirse en estructural” y de la necesidad de incrementar la productividad de los trabajadores. Una cuestión “crucial para incrementar el crecimiento potencial de la economía en el largo plazo”. 

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