Las grabaciones de las conversaciones del excomisario José Manuel Villarejo siguen removiendo los cimientos de las cúpulas de la clase dirigente española en los últimos años. Las cintas, transcripciones y documentos que publica este lunes Moncloa.com demuestran que el poderoso policía hacía seguimientos, pinchaba teléfonos, recababa información e incluso impulsaba campañas de descrédito contra personajes enfrentados a quien contratara sus servicios.

Así, en las conversaciones reproducidas por esta página web, el entonces jefe de Seguridad de BBVA, Julio Corrochano, bromea con el excomisario sobre el exministro de Industria Miguel Sebastián.

Corrochano: Hoy le suspenden a Sebastián en el ABC los analistas económicos, como 300 analistas económicos, por el programa que ha hecho, que es una puta mierda. Ahora debe estar muy jodido. Ahora está muy pegado. Es un momento dulce.

V: Psicológicamente a todos les ha jodido. Y como es muy paranoico… Él está obsesionado con que todavía lo están siguiendo, y lo que está comentando en su entorno es que gente del PSOE lo está traicionando. Que ha habido gente del PSOE que ha ayudado al señorito FG, que, si no, no era posible que alguien pudiera pinchar los canutos o seguirlo y que hay una parte del partido que lo quiere echar. Y con esa paranoia está todavía. Con lo cual eso viene de puta madre, ¿no?

El exministro se sabía objeto de seguimientos y daba por hecho que alguien de su propio partido, el PSOE, le estaba traicionando, de la mano del "señorito" Francisco González, presidente del BBVA.

FG siempre consideró a Sebastián el gran valedor de Sacyr Vallehermoso de cara al Gobierno en la operación relámpago que Luis del Rivero y otros directivos como Juan Abelló pusieron en marcha a finales de 2004, y que hubiera podido dejar uno de los grandes bancos del país en manos de una compañía fuertemente expuesta a la burbuja inmobiliaria pocos años antes del estallido de la misma.

Esto se puede apreciar en los documentos sobre los seguimientos realizados por el equipo de Villarejo, que también reproduce este lunes la citada web.

La "maleta israelí"

En otro documento se detallan las posibilidades que proponía el equipo de Villarejo para hacerse con un aparato de intercepción de llamadas. Así, con todo lujo de detalles se explican empresas como Retemsa -cuya sede estaba en un polígono industrial de Leganés (Madrid)- que podrían ofrecer equipos para el cometido.

El equipo de Villarejo era tan minucioso en el control de la información que, como se aprecia, hizo seguimientos y elaboró informes sobe los directivos de la empresa y los contactos que mantuvieron con sus emisarios: dónde, en qué fecha, en qué coche llegaron... y las demás opciones para recabar ofertas, entre ellas una "opción israelí".

El 'Grupo Hostil'

Julio Corrochano sabía bien qué pensaba su jefe de Sebastián y tuvo claro que el socialista podía ser objetivos válidos en la guerra sucia que planificó junto al excomisario. Por lo tanto, hizo que Miguel Sebastián pasase a formar parte del llamado Grupo Hostil que debía investigar Villarejo, bajo el mote de Miky, según reveló ya Moncloa.com.  

En una conversación entre Corrochano y Sebastián incluso lo llaman "paranoico" mientras, de hecho, están controlando su vida. El jefe de Seguridad de la entidad bancaria quiere saber más del asunto y el excomisario, hoy en prisión preventiva, se explaya en lo que está preparando para atacar al rival de quien le paga.

Finalmente, lo que hizo que Sacyr renunciase a la operación fue que el entonces presidente del Banco de España, Jaime Caruana, la parase. Lo hizo advirtiendo a la constructora de que si llegaba al 5% del BBVA, el regulador analizaría la "idoneidad" de que una empresa de este sector tomase una posición de tanta relevancia en un banco tan importante. También dijo que si llegaba hasta el 10% se le forzaría a lanzar una OPA. Una opción que desde Sacyr no se contemplaba.

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