El presidente de Naturgy ha sido elegido el mejor empresario del año por sus colegas catalanes. Como reconocimiento ha recibido la máxima distinción de Foment del Treball, la medalla de honor dentro de los XI premios Carlos Ferrer Salat, que tienen un gran prestigio entre la empresa catalana. 

Es el reconocimiento a una labor que Francisco Reynés comenzaba el pasado mes de febrero. Desde entonces los cambios se han sucedido uno tras otro. En primer lugar, la nueva marca -Naturgy- que dejaba atrás a una firma histórica como Gas Natural Fenosa. No sólo eso, también durante estos meses ha presentado el nuevo plan estratégico que contempla dar valor a la empresa y al accionista frente al tamaño. 

Tanto es así que contempla una gran reorganización de su modelo internacional; pero también una apuesta firme y redoblada por el avance hacia una compañía netamente energética. Además, tal y como planteaba Foment a la hora de conceder a Reynés el galardón de empresario del año- ha decidido colocar al cliente en el centro de la empresa. 

Desde luego, si en algo tiene experiencia Reynés, es en la generación de valor para la empresa y en desarrollar una estrategia de internacionalización moderna y adaptada a las necesidades de una compañía. Baste para ello ver su labor al frente de Abertis que, bajo su mando, se convirtió en uno de los players del sector de concesiones más importantes del mundo. 

Javier Hidalgo tiene motivos para estar orgulloso. Globalia prevé cerrar 2018 con un benefico que multiplica por cinco el resultado del año precedente: 80 millones de euros. 

Con un ebitda de 160 millones, un 60% más, la compañía que dirige Hidalgo afronta los próximos años "con la certeza de que estamos avanzando por el camino correcto y de que continuaremos mejorando el inmenso potencial de todas y cada una de nuestras marcas", según señaló el directivo al Consejo de Administración del grupo..

El directivo finaliza así con buenas noticias su primer año completo de gestión y sus primeros presupuestos, tras anunciar su regreso al accionariado del holding familiar en julio de 2017. Con él al frente, Globalia vuelve, por segundo año consecutivo, a los números negros después de los 15 millones de pérdidas registrados en 2016.