Eduardo Barriga (Boiron) y Carlos Slim (Realia).

Empresas A LOS LEONES

17 diciembre, 2018 01:15

Barriga (Boiron), ante la caída del negocio de la homeopatía

La multinacional Boiron, dedicada a la homeopatía, no deja de sufrir. Tanto que el pasado ejercicio redujo su facturación en nuestro país más de un 13%. Además, Hacienda también tiene la atención puesta en los movimientos de la empresa.

Unos resultados que acompañan al momento en el que la homeopatía está más cuestionada que nunca. Así, Boiron tampoco logra levantar cabeza en los resultados; así, aunque recortó pérdidas un 50,2% durante el pasado ejercicio, presenta un resultado negativo de 544.700 euros.

A estos datos se suman que Hacienda ha acercado su lupa a la compañía. Eduardo Barriga, que lleva al frente de Boiron en España desde febrero de 2017, tendrá que estar a la altura. No en vano, la Agencia Tributaria les requirió el pasado enero documentación contable adicional, por lo que la compañía tiene una inspección abierta desde entonces.

En un momento en el que negocio internacional de Boiron tampoco va sobre ruedas, Barriga tendrá que tomar decisiones acertadas si quiere seguir compitiendo en España.

Slim debe calmar los ánimos de los minoritarios en Realia, pues están dispuestos a impedir que se haga con ella a precio de saldo

Carlos Slim controla Realia con mano de hierro gracias al 70% que ostenta de la inmobiliaria a través de FCC y de inmobiliaria Carso. Una situación que le lleva a tomar decisiones que no siempre giran en beneficio del resto de accionistas de la compañía. 

Es la principal queja del fondo Polygon, que reclama lealtad a Slim a la hora de tomar decisiones como el aumento de capital de 149 millones de euros que quiere llevar a cabo. Una medida que para el segundo accionista de la empresa es innecesaria ya que la empresa tiene fondos suficientes para hacer frente a sus deudas sin recurrir a diluir a los minoritarios. 

La postura de Slim es interpretada como un intento de quedarse con la empresa 'a precio de saldo', y algunos pequeños accionistas están dispuestos a plantar batalla. Tanto es así que, la última andanada de Polygon contempla la solicitud de que Realia reconsidere la tasación de sus activos pues considera que están infravalorados. 

En plena recuperación del ladrillo Slim debería tratar de aunar posturas con sus accionistas rebeldes, pues una empresa con gran presencia en el sector como Realia no puede permitirse turbulencias que la distraigan del foco que debe guiarla: lograr rentabilidad y mejorar los 31 millones de euros que obtuvo en 2017, según su web.