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    Inicio del declive

    Todo empezó en octubre de 2016 cuando las ventas y los beneficios de Dia se estancaron. Fue el primer dato alarmante de que algo no había ido bien durante los primeros nueve meses del año. Eso provocó una caída en el valor de las acciones del 6,65% hasta los 5,11 euros. 

    Pero eso no fue todo. En el primer gran derrumbe accionarial de la cadena de supermercados también tuvieron su papel la presencia de los bajistas en su accionariado. Y es que estos llegaron a tener más del 13,4% del capital en los últimos días, un porcentaje récord para una empresa del Ibex 35.
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    Fridman entra en juego

    En julio de 2017, el multimillonario ruso Mikhail Fridman, a través de la firma de inversión Letterone Holdings, entró en el accionariado de Dia. Esa noticia fue como un soplo de aire fresco para la compañía ya que después de conocerse la noticia las acciones de la cadena de supermercados se disparó un 22%. Y es que la segunda mayor fortuna de Rusia se comprometió a invertir 300 millones de euros en la distribuidora española. El objetivo era alcanzar el 10% del capital. Una noticia que llegó en el momento justo, un día después de darse a conocer unos resultados semestrales en los que se registraron un retroceso del beneficio de casi el 10%, hasta los 54 millones de euros. 

    Asimismo, los títulos de la compañía alcanzaron un máximo de 6,41 euros. Sin embargo, la irrupción de Fridman en el capital tuvo tres consecuencias inmediatas. El repliegue de los inversores especulativos, que deshicieron posiciones cortas y redujeron un 20% el capital derivado a esta operativa; la decisión del banco de inversión Goldman Sachs de seguir los pasos de Fridman y hacerse con el 3% de la compañía; y la rápida venta de 75.769 títulos por parte del consejero delegado, Ricardo Currás, para hacer caja con la subida de las acciones tras estos movimientos.
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    Los bajistas diluyen el efecto Fridman

    A pesar de la aparición de Fridman, los inversores bajistas volvieron con brío sobre la empresa, dejando el capital en el 17,64% a finales de septiembre. La situación en ese momento fue bastante preocupante y los inversores volvieron de manera decidida a pedir acciones a préstamo, para venderlas a un precio y recomprarlas, para devolverlas a su propietario, a un valor inferior. 

    Detrás de este aumento de los bajistas se encuentra la recomendación de JP Morgan de bajar el precio de las acciones de Dia a 4 euros. 

    Dos días después, las ventas de Dia en España durante el tercer trimestre cayeron un 4,8% hasta los 1.454 millones. Un descenso que, según fuentes de la compañía, se debió "a la reducción de la superficie comercial, los cierres temporales por las remodelaciones de tiendas y el descenso de ventas comparables". Además, en el acumulado hasta septiembre, las ventas habían caído un 4% hasta los 4.288 millones. 

    Ante la mala situación por la que pasaba la empresa en septiembre de 2017, esta optó, como explicó Curras en una conferencia con analistas, por llevar a cabo una "inversión de precios" hasta final de año. Es decir, bajar todavía más los precios a los productos. 
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    El impulso (otra vez) de Fridman

    Tres meses después, la situación no mejoraba, lo que llevó a Fridman, en enero de 2017, a aumentar su participación en la empresa a 93,4 millones de acciones ordinarias, lo que equivalía al 15% del capital de la sociedad. Pero la acción de Fridman no terminaba ahí.

    El vehículo financiero del magnate ruso llegó a un acuerdo para la compra futura adicional a largo plazo de 62,2 millones de acciones, equivalente a un 10%. Asimismo, se hizo con un 25% del capital de Dia. 
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    Golpe de Goldman Sachs y mínimos históricos

    La situación de Dia fue a peor y tan solo un mes después, Goldman Sachs volvió a acumular millones de títulos de Dia.Tan solo unos días antes, la entidad dio por cerrada su estrategia de prestar a los inversores bajistas. Así, el 23 de enero solo se quedaba con 24.000 títulos, el 0,02% del capital, destinados a este fin especulativo. 

    Sin embargo, dos semanas después, el 8 de febrero, Goldman Sachs volvía a acumular millones de títulos de Dia para prestar a estos inversores, acreditando ante la CNMV que contaba otra vez con un paquete significativo de acciones. 

    Y, para sorpresa de todos, al día siguiente, el 9 de febrero -en otro movimiento desconcertante-, GS acreditaba ante la CNMV su decisión de reducir nuevamente los instrumentos financieros en Dia, para dejarlos en 5,6 millones de euros.

    Todo eso provocó que, por primera vez, las acciones de Dia cerrasen la sesión en los 3,818 euros por acción. 
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    No cumplen objetivos

    Eso, sumado a la presentación de resultados apenas cinco días después, provocó el segundo descenso del año. Y es que Dia no alcanzó, por primera vez desde que salió a bolsa en 2011, los objetivos marcados porque ganó un 37% menos en 2017, hasta los 109,6 millones de euros, impactado por los resultados negativos de las operaciones discontinuadas de China en 2017.

    En España, las ventas cayeron un 3,8%, cerrando el ejercicio en los 5.737 millones de euros. Una caída que la compañía relacionó con el cierre definitivo de algunas tiendas El Árbol y Dia. 
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    Venta de los negocios en China

    Abril empezó con el fin de la aventura de Dia en China. Asimismo, la compañía dirigida por Ricardo Currás informó a principios de ese mes la venta del 100% de las acciones de las sociedades chinas Shanghai Dia Retail CO., Ltd y DIA (Shanghai) Management Consulting Services CO. Lt., el único lugar del país donde todavía estaba presente, tras la liquidación de su negocio en Pekín en 2013.

    Dia llegó a tener 163 tiendas en Pekín, que echaron el cierre entre 2013 y 2014. En Shangai contaba con 379 supermercados, la mayoría en régimen de franquicia.
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    Beneficio de 2018 y OPA de Fridman

    La situación avanzó y llegaron los primeros resultados económicos, que siguieron la estela de los de 2017. Asimismo, la multinacional española redujo su beneficio un 76%, pasando de los 25,8 millones de euros ganados en el primer trimestre del año anterior a los 6,2 millones logrados entre enero y marzo del presente año. El resultado neto ajustado también descendió, concretamente un 26,7% hasta 28,6 millones de euros, con una caída del 33,1% sin efecto divisa.

    Esos malos resultados desencadenaron en rumores sobre una posible OPA por parte de Fridman. En ese momento, Dia ya costaba prácticamente la mitad que 10 meses antes, cuando el ruso irrumpió en el accionariado del grupo.
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    Mínimos históricos en Bolsa

    Llegó el mes de abril y con él el desplome de Dia en Bolsa. A mediados de ese mes, las acciones de la cadena de supermercados se desplomaron un 9,5% y tocaron mínimos históricos de 2,19 euros por acción. En ese momento, Jefferies y Barclays revisaron a la baja las valoraciones sobre la empresa. Y así siguió hasta este lunes, cuando tocaba mínimos históricos de 0,50 euros. 
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    Adiós al Ibex 35 siete años después

    La trayectoria de Dia en el Ibex ha tocado a su fin. Este lunes se ha reunido el Comité Asesor Técnico (CAT) del selectivo, decidiendo la salida de la empresa.

    Así, ni el nuevo CEO nombrado en agosto, Antonio Coto, ni el trazo de las líneas del nuevo plan estratégico para la compañía, han podido paliar los efectos que ha tenido sobre Dia la dimisión de la presidenta, Ana María Llopis, y la salida de Ricardo Currás; ambos figuras clave para la salida a Bolsa en 2011. Tampoco han sido de ayuda el 'profit warning' lanzado en octubre, ni los rumores de OPA por parte de Fridman que han acompañado a la compañía en los últimos meses.

    Dia estará fuera del selectivo el tercer viernes tras el encuentro del CAT, y su lugar lo ocupará Ence.