El futuro de El Corte Inglés pasa por combinar sus principales fortalezas -su enorme capilaridad, la relevancia de sus centros comerciales, la penetración en la población y su capacidad logística-, con unas capacidades tecnológicas de las que ha carecido hasta ahora y que pueden convertirle en un operador de distribución como no se ha conocido otro nunca

Imagina que vas a comprar unos zapatos a un centro comercial de la marca y no tienen tu talla. El futuro pasa porque el vendedor, totalmente enganchado a la logística del grupo a través de un dispositivo móvil, pueda decirte con confianza dónde está el par apropiado más cercano. No sólo te lo cobrará de inmediato y te lo enviará a tu casa en dos horas. Además, en caso de que los zapatos no te sirvan, podrás devolverlos de inmediato en el centro o mediante un procedimiento de logística inversa.

Para eso, es imprescindible contar con la capacidad tecnológica de la Alibaba creada por Jack Ma. Un poderío que se basa, entre otras cosas, en haber sabido capitalizar el enorme tamaño de operaciones que mueve constantemente. Hablamos de una empresa capaz de procesar decenas de millones de operaciones por minuto.

La máquina de información

Alibaba puede ofrecer a El Corte Inglés información sobre los hábitos de compra de sus propios usuarios, a través no sólo de los nuevos sitios web que pongan en marcha, sino también a través de geolocalización, servicios financieros, redes sociales y otras muchas fuentes de datos

La clave a futuro es convertir la información en personalización, búsquedas relevantes, servicio al cliente y otras ventajas para el usuario, similares a las que es capaz de ofrecer Amazon. 

La ventaja de contar con un coloso global como socio te permite aumentar la exposición a un mercado tradicionalmente positivo para El Corte Inglés, como el turismo de alta gama internacional, especialmente chino. De hecho, la alianza incorpora el acceso a los medios de pago de Alipay. Pero también garantiza a la española que los cambios sean mucho más rápidos que si fuese la típica integración tecnológica con un proveedor local.

Alibaba ha desarrollado en los últimos años una capacidad extraordinaria para llevar la innovación al mercado en tiempo récord y trabaja con tecnologías de inteligencia artificial, deep learning y machine learning, con el ojo puesto en las redes neuronales. 

Un animal completamente distinto

Puestos a encontrar un socio tecnológico, El Corte Inglés ha encontrado uno que puede convertirle en una nueva especie en el mundo del comercio. Por importante que sea la venta online, compañías como Amazon o Alibaba entienden cada vez más la importancia de la experiencia en tienda. 

Y, precisamente, El Corte Inglés ha trabajado duro en ese ámbito con esfuerzos en pop-up stores, actividades en los centros, restauración de alta gama, nuevas formas de introducir a los socios en las tiendas y otros muchos esfuerzos.

¿Y qué ofrece El Corte Inglés a Alibaba? Un socio logístico que le permita llegar a lugares donde Amazon todavía está lejos, tanto por distancia como por hábitos de consumo. Otros demográficos, otras geografias, otra forma de trabajar con los paquetes y los envíos. 

Cuanto más te fijas en los detalles de esta alianza, más importante parece para El Corte Inglés. Ahora la pregunta que cabe hacerse es la siguiente: si todo funciona como ambas partes esperan, ¿esto se quedará en una simple alianza tecnológica? 

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