Onur Genç empieza ya a descontar los días que le quedan para cambiar de vida. Atrás quedarán sus días en Estados Unidos como CEO de BBVA Compass y country manager de todas las operaciones del BBVA en el país.

A sus 44 años tendrá que enfrentarse al mayor reto de su carrera profesional, liderar como consejero delegado el futuro de la segunda entidad financiera de España

Aunque todavía tiene tiempo para instalarse en Madrid, ya está buscando una casa para su familia y un colegio para sus dos hijos mellizos de 14 años. Una labor que no será fácil, teniendo en cuenta que hace sólo dos años que se había trasladado a los Estados Unidos desde Turquía.

El nombramiento

Quizá por eso el nuevo CEO del BBVA reconoce que cuando le ofrecieron convertirse en número dos de Carlos Torres fue "una sorpresa" para él; sobre todo porque estaba disfrutando de su etapa en el continente americano. 

De origen Turco, entre sus aficiones están las de viajar, practicar deporte y leer libros sobre ciencia, economía e historia. Lecturas que ahora tendrá que empezar a hacer en español para mejorar su conocimiento de la lengua.

Reconoce que necesita "mejorar" y por eso dice que ha pedido a sus colaboradores escribirle "en el idioma en el que se sientan cómodos. Responderé en español a todos los que me escriban en esa lengua". Eso sí, para la parte hablada pide paciencia "porque me tomará un poco más de tiempo". 

BBVA, un banco global

Genç cree que el nombramiento de un consejero delegado con un perfil profesional como el suyo, con una gran experiencia internacional, refleja "la naturaleza verdaderamente global" que tiene el BBVA en este momento.

Esa globalización de la entidad es una gran fortaleza porque "a medida que seamos más globales seremos más eficientes, ya que aprovecharemos las inversiones que hacemos en todos los mercados". No sólo por eso, también porque "aprendemos de un mercado y replicamos el conocimiento en otro, aunque adaptando las iniciativas a las necesidades de cada país". 

Firme defensor de la transformación tecnológica, el nuevo CEO del BBVA está convencido de que "el reto está en responder a un cliente cada vez más cambiante". Así que ante esta situación, en la que además van a surgir nuevos competidores, conviene asumir que "algunos servicios se convertirán en commodities, lo que se traducirá en una erosión de los márgenes" del sector financiero. 

El ganador de esa partida de la reconversión digital de la banca será aquel que sea capaz de entender mejor a sus clientes. Algo para lo que Genç cree que el banco azul está más preparado que otros.

"Gracias a la visión de Francisco González que se dio cuenta de estos cambios mucho antes que otros bancos, y al impulso transformador de Carlos Torres, nuestra convicción de transformarnos es mucho mayor que la de otros bancos", sentencia. 

Talento

Son las primeras palabras del CEO del BBVA en una entrevista publicada en la página web de la entidad, en la que -además- destaca que el punto más fuerte del BBVA es que "tenemos un proyecto", al cual le acompañan también un nutrido grupo de personas que conforman todo el equipo del BBVA.

"Nuestro negocio es un negocio de personas, y en BBVA hay mucho talento", asegura. Eso sí, ya avisa a sus futuros compañeros de que las cosas no van a ser sencillas a partir de ahora. "Creo en la meritocracia, pero exijo esfuerzo", explica sobre su forma de trabajar. 

Una filosofía que tendrá que adoptar a partir de ahora y en la que apostará por el trabajo en equipo, algo que se viene aplicando desde hace tiempo ya en la entidad a través de distintas metodologías 'agile'. 

"El valor del éxito se incrementa a medida que participan más personas que lo hacen realidad", sostiene. Para que esa fórmula tenga éxito, Genç es un firme convencido de que la "confianza" juega un papel esencial. "Hablar sin tapujos, una confianza abierta, debatir abiertamente hasta llegar a una decisión y, a partir de ahí, trabajar unidos hacia un objetivo". 

Valores éticos

El segundo punto que preocupa al CEO del BBVA es el de la responsabilidad. "Definido un objetivo y un producto final, tiene que existir alguien que asuma el papel de director de orquesta para hacerlo en un plazo determinado con la calidad esperada"; y, por último, "la toma de decisiones, actuando con rapidez, pero cumpliendo con los controles más estrictos". 

Una rapidez que no debe estar reñida con la ética y los valores. Por eso, y ante la mala imagen que tiene el sector financiero en nuestro país en este momento, recuerda que todas las actuaciones que desarrolle el BBVA deben regirse bajo "una adecuada conducta ética. Es indispensable y no es negociable", sentencia.