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La fiebre del colchón enrollable transforma el sector

22 noviembre, 2018 02:30

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En ocasiones, las tendencias de las grandes empresas de paquetería pueden ser un buen indicador de hacia dónde va la economía española. ¿Un ejemplo? Seur, la marca española del grupo francés DPD, ha experimentado un fuerte crecimiento internacional gracias a su actividad en Levante. En el último año, esta región registró un crecimiento del 55%, ¿A qué se debe? Básicamente, a los colchones enrollables, un producto cada vez más popular. 

“Ha habido dos cambios tecnológicos importantes que han transformado la industria del colchón. Uno de ellos, la proliferación del online; otro, la desaparición de los muelles y la introducción de otros materiales que permiten enrollar los colchones y enviarlos por servicios de paquetería directamente al consumidor a un precio más bajo”, explicó a EL ESPAÑOL Ángel Arenal, director de SEUR Internacional. 

En el centro barcelonés desde el que salen la mayor parte de las líneas internacionales de exportación, se ven colchones por todas partes, así que la afirmación del directivo no parece descabellada. 

Nuevos actores del mercado

Tampoco lo es, habida cuenta de la proliferación de empresas españolas que venden colchones online, algunas de ellas con fábricas en lugares como Vinaroz. También se produce el caso a la inversa: empresas como Emma que fabrican en Alemania y envían a España. 

Muchas son nuevas compañías que se aprovechan del hecho de que los colchones han sido, tradicionalmente, un segmento con enormes márgenes, y que poner el colchón en casa, incluso con 100 días de prueba y a buen precio, supone una ventaja competitiva frente a tener una tienda, pagar personal y dejar probar los colchones al usuario. Cuando hay tantas variedades que, muchas veces, no puede probarlos todos. Asimismo, los colchones enrollables permiten a colchonerías tradicionales extender su ámbito de actividad y vender en lugares que antes les estaban vetados.  

Mercado de 500 millones de euros

El mercado, muy tradicional y marcado aún por la venta física, mueve anualmente más de 500 millones de euros, buena parte de los cuales se reparten entre Flex y Pikolín. Pero los nuevos pisan fuerte con modelos muy eficientes y un sistema por el que suelen ofrecer un único tipo de colchón en distintos tamaños, para evitar costes de almacenamiento. A esos agentes hay que sumar a Ikea, Lo Mónaco, Tempur o Relax, y a partir de ahí ya van entrando start-ups como Emma, Eve Sleep, Marmota, la portuguesa TuKoala u otros. 

En todo caso, Seur Internacional, que cumple su 40 aniversario, tiene un producto estrella que circula también bajo las nuevas condiciones del mercado: los neumáticos. Asimismo, el textil es clave en su actividad, aunque sólo sea por su papel como repartidor de los paquetes de Mango.