Primero fueron anuncios en internet. Luego publicidad en los equipos deportivos. Más tarde, establecimientos en cada barrio. Ahora, salas que parecen casi casinos. Sillas cómodas, carteles, bebida gratis, enormes pantallas, clima agradable. Los locales de las apuestas deportivas lo tienen todo para atraer a más público.

En medio de la idea de la regulación que prepara el Gobierno de Pedro Sánchez para limitar la aparición de las casas de apuestas en televisión, radio, periódicos o espacios públicos, los datos siguen demostrando que los españoles siguen dejándose el dinero en el juego.

Tal y como refleja el 'Anuario del Juego en España 2018', presentado este miércoles 31 de octubre por Codere y la Universidad Carlos III de Madrid, a través de su Instituto de Política y Gobernanza (IPOLGOB), los españoles llegaron a jugar un total de 9.408 millones de euros más, lo que significa un aumento del 6,2% respecto al año anterior.

La cantidad de millones de euros que los españoles han destinado al juego real (cantidad jugada menos los premios) sigue creciendo año a año. Durante 2017, esta cifra alcanzaba los 742 millones de euros. Atrás quedan los 304 del año 2012.

El juego, que sigue creciendo online, también lo hace el presencial. José Antonio Gómez Yáñez, autor de la publicación encargada por Codere asevera que han crecido en torno al 10% durante los últimos 12 meses. No obstante, recalca que estas métricas “son realmente difíciles de medir”.

Dicho estudio también asevera que hasta tres millones de españoles pisaron alguna vez los 3.150 salones de juego (acogen desde salas con máquinas o sports cafés, a formatos de casino electrónico) que cuentan con más de 37.300 máquinas tipo 'B' y unas 3.000 máquinas multipuesto por primera vez. Esto significa que, cada año, un 20% de los habitantes en España han realizado alguna apuesta deportiva.

A vueltas con los impuestos

El Gobierno, además de regular el sector de las apuestas y el juego, también va a implantar un nuevo impuesto a las empresas tecnológicas.

Esta posible tasa también afectaría a este sector. Según se extrae del anuario de Codere, las administraciones públicas llegaron a recaudar 1.657,4 millones de euros en impuestos específicos sobre el juego (tasa de juego). Además, otros impuestos que recaudó el Gobierno fueron 450 millones de euros gracias a los premios ganados y unos 1.200 millones en concepto de impuesto a las empresas del sector.

El ocaso de la Quiniela

Pero si a las casas de apuestas les va bien, no se puede decir lo mismo de la apuesta por antonomasia: la quiniela.

El mítico juego de azar está viviendo momentos muy delicados. En casi una década, la recaudación se ha reducido más de un 65%. Si hace nueve años se facturaban, de media, 10,3 millones por jornada, la temporada pasada se quedaban en cerca de los cuatro millones. O lo que es lo mismo, de 557 millones a 234 por ejercicio, según datos que se extraen de la Memoria Anual del Juego de 2017. En dicho informe, se explica que las apuestas en Loterías y Apuestas del Estado han descendido un 10% en el último año, es decir La Quiniela o el Quinigol.