Repsol invertirá los 500 millones de euros captados en el 'bono verde' que emitió en mayo de 2017 en más de 300 proyectos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 1,2 millones de toneladas al año.

En concreto, la compañía ha identificado en sus instalaciones de producción este número de proyectos que cumplen con los principios del 'bono verde', establecidos por la International Capital Market Association (ICMA) y que suponen destinar estos fondos a proyectos que aporten un claro beneficio medioambiental.

Este esfuerzo inversor se concentrará en España y Portugal, según indicó la empresa en una de sus newsletter. Repsol fue la primera compañía de petróleo y gas del mundo en emitir un 'bono verde' certificado, iniciativa que le valió el reconocimiento como Cleaner Energy Initiative of the Year en los premios anuales que otorga la revista Petroleum Economist.

Contra el cambio climático

"Identificamos la oportunidad de financiar proyectos para luchar contra el cambio climático a través de la emisión de un 'bono verde' como una herramienta para enlazar el compromiso de sostenibilidad de la compañía con las finanzas", indicó el director de Financiación de Repsol, Mariano Benito.

Los proyectos incluidos dentro del Marco del Bono Verde de Repsol se integran plenamente en el Plan de Energía y Carbono 2014-2020 de la compañía presidida por Antonio Brufau y se sumarán a otras mejoras operativas para alcanzar el objetivo marcado por este plan de evitar 2,1 millones de toneladas al año de gases de efecto invernadero en 2020.

Las acciones que se costearán con este mecanismo se agrupan en dos categorías: proyectos de eficiencia energética en el área de Refino y Química, que serán el destino principal del capital conseguido; y las tecnologías de bajas emisiones, que abren la puerta a futuros proyectos en el negocio de Exploración y Producción (E&P).

La petrolera se compromete a invertir en los proyectos identificados y certificados como sostenibles la totalidad de los fondos, destinando el 55% para refinanciar proyectos ya en marcha desde 2014 y el resto a financiar otros nuevos que deben iniciarse hasta tres años después de la emisión. En caso de que algún proyecto fuese cancelado, la financiación se redirigirá a otros programas que cumplan los requisitos.

Auditoría externa

Asimismo, la compañía ha creado un comité de seguimiento específico, presidido por el director de Sostenibilidad, y publicará anualmente un informe auditado externamente que detalle el gasto realizado y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociada a los proyectos.

De esta manera, la eficiencia energética será la prioridad del bono verde de Repsol, con inversiones como la sustitución de equipos con tecnologías más eficientes en sus refinerías y plantas químicas, como en complejo industrial de Petronor o en Cartagena.

En el caso del área de Exploración y Producción, el grupo buscará "proyectos adicionales dentro de la categoría de 'Tecnologías de bajas emisiones' en campos como la mitigación de emisiones de metano asociadas a la producción de gas o la generación eléctrica con fuentes renovables", indicó el gerente de Energía y Cambio Climático de la compañía, Antonio López.

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