La Delegación del Gobierno en Madrid ha instado a los trabajadores de seguridad de Ilunion unos servicios mínimos del 90% para la huelga que comienza este viernes y que se extenderá hasta los primeros días de septiembre.

Estos paros se debe a, que según los trabajadores de la compañía encargada de gestionar la seguridad privada, incumplen tanto de los acuerdos de mejora de las condiciones de los profesionales de la seguridad privada, alcanzados el año pasado entre el Ministerio de Fomento, sindicatos y patronal -y posteriormente trasladados al convenio sectorial-, como de los de subrogación.

Según el sindicato de los trabajadores de Ilunion, estos incentivos se pactaron el año pasado para poner fin con la huelga que se produjo en El Prat en e mismo sector. Por aquellos entonces, Aena firmó un acuerdo para incluir en los pliegos de licitación de los servicios de seguridad han recogido las especificaciones del acuerdo alcanzado por los ministerios de Fomento, Empleo e Interior con sindicatos y empresarios sobre la contratación de servicios de seguridad privada, que incluían esos pluses para vigilantes de aeropuertos vinculados al desarrollo de determinadas actividades.

Sin problemas para los pasajeros

No obstante, y a pesar del revuelo que ha generado esta noticia, parece que la sangre no llegará al río. Ilunion asevera que no "tendrá prácticamente ninguna repercusión en la operativa de seguridad en los filtros de control de los pasajeros".

El viernes se produjo un encuentro en el Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid entre sindicatos y la Empresa para intentar aclarar las posturas en relación a la convocatoria de huelga. En esa reunión no se pudo alcanzar ningún acuerdo que paralice los paros.

Por último, y para intentar frenar la huelga, Ilunion y los trabajadores se verán las caras este jueves. Será cuando se sepa si verdaderamente hay paros, o finalmente se desconvocan.