La política de contratación de Ryanair le cuesta a las arcas de la Seguridad Social española al menos 20 millones de euros cada año. Eso sin tener en cuenta otros impuestos que gravan a las empresas, como el de sociedades, que la aerolínea irlandesa paga fuera de España pese a su operación local. 

Esta es la denuncia que desde Unión Sindical Obrera (USO) lanzan contra la low cost irlandesa una semana después de la huelga de tripulantes de cabina con la que buscan que la empresa deje de aplicar la legislación irlandesa a los trabajadores de sus bases en España. 

Las cuentas que saca el sindicato se basan en los impuestos directos por las cotizaciones de los tripulantes y pilotos.

En el primer caso, "tomando como base el sueldo medio de 20.000 euros brutos que perciben en España y calculando unas retenciones conjuntas de un 20% en la nómina, la estimación, a la baja, es de 7,2 millones de euros", indica a este periódico Laura Estévez, secretaria de Comunicación de USO. 

Ryanair tiene, actualmente, 1.807 tripulantes en sus trece bases españolas. "Si fueran ciertos los sueldos que Ryanair dice que paga, de 40.000 euros anuales, el quebranto a las arcas públicas sería aun mayor", agrega. En concreto, estaría dejando de pagar vía cotizaciones 15 millones de euros.

A esto hay que sumar las cifras de los pilotos. "Calculando también a la baja y con una plantilla de unos 800 pilotos basados en España y estimando un sueldo medio de 60.000 euros al año y unas cotizaciones del 25%, hablamos de 12 millones de euros que la aerolínea deja de pagar a la Seguridad Social española", explica.

El sueldo de los pilotos es "difícil de calcular", confiesa. Depende de variables como las horas de vuelo mensuales, lo que hace que oscile en una horquilla de entre 3.000 y 8.000 euros al mes. 

Con esas estimaciones a la baja, el roto a las arcas públicas sería como mínimo de 19,2 millones de euros. "Un perjuicio global que se suma al individual que sufre cada uno de los trabajadores al no cotizar en España por tener un contrato irlandés", apunta Estévez recordando que ese ha sido el motivo principal de la huelga.

Desde USO subrayan además que Ryanair "evita al máximo sus impuestos societarios, incluso en Irlanda". La Asociación Europea de Aerolíneas "lleva años denunciando la situación y hay informes de la consultora Air Scoop que sitúan parte de su entramado en la Isla de Man", destaca el sindicato. Mientras que tipo que pagan las empresas por el Impuesto de Sociedades en España asciende al 25%, Ryanair estaría pagando actualmente un 2,5%. 

Regularizar a los pilotos

En el caso de los pilotos, regularizar el contrato de aquellos con base en España a la legislación local tendría un coste de 1,3 millones, según la estimación del sindicato de pilotos Sepla. La cifra es "insignificante", afirman desde el sindicato, teniendo en cuenta que su beneficio alcanzó los 1.316 millones en el último ejercicio, un 6% más.

Sepla, que representa a alrededor de un 70% de los más de 700 pilotos que hay en bases españolas, presentó la semana pasada una demanda ante la Audiencia Nacional para reclamar que comandantes y copilotos sean contratados bajo norma española. Piden además negociar un convenio colectivo. 

Los pilotos lamentan su actual "inseguridad jurídica" y la pérdida de derechos laborales que supone que situaciones como fallecimiento de familiar, nacimiento de un hijo, baja por enfermedades o traslados no se reconozcan adecuadamente con el consiguiente perjuicio para los trabajadores.

Adaptación a la norma europea

La normativa europea obliga a que los trabajadores coticen en las correspondientes seguridades sociales de su país. Pero esta norma, que entró en vigor en 2012 tras una sentencia sobre el comportamiento de Ryanair en Francia, tiene una moratoria para su aplicación de diez años, razón que habría facilitado que la aerolínea irlandesa aún no haya hecho el traspaso de contratos. Eso sí, es la única aerolínea extranjera que operando en España sigue este modelo, recuerdan desde USO.

Sin embargo, la norma sí debe aplicarse a los nuevos contratos o a las renovaciones cuando se produce, por ejemplo, un cambio de base de un tripulante. Y, para contener el gasto por trabajador que eso supone porque la cotización en la Seguridad Social irlandesa es inferior a la de otros países europeos, Ryanair ha buscado un camino para que no se disparen los costes.

"Carga sobre el trabajador el sobrecoste de la adaptación a esta nueva norma", aseguran fuentes sindicales a este periódico. ¿Cómo? Descontando de forma directa del sueldo de sus trabajadores parte de la cuota que, como empresa, le corresponde asumir en las cotizaciones a la Seguridad Social. La cotización de un trabajador en España se reparte entre el empleado y el empleador. Mientras el primero asume alrededor de un 6% y se le descuenta de la nómina, la empresa paga alrededor de un 24% de forma directa a las arcas del Estado. 

En el caso de la aerolínea, a los nuevos contratos en los que ya tiene que aplicar esta normativa, en lugar de pagarlo de forma directa, lo descuenta de la nómina del trabajador, lo que de forma efectiva hace que pasen de cobrar unos 15 euros la hora a 6 euros. 

Además, aunque el período de la moratoria se extienda hasta 2022, el trabajador ya puede pedir que se abone la Seguridad Social en el país de la Unión Europea que considere. "Pero nadie quiere hacerlo ahora mismo porque supone perder al mes entre 300 y 400 euros por esta forma que tienen de adaptarse a la normativa", agregan las mismas fuentes. Esta razón hace también que los trabajadores eviten pedir un traslado de país, por ejemplo, porque obligaría a actualizar el contrato y, con el cambio, se arriesgan a perder un porcentaje importante de su sueld.

Así, otra de las reivindicaciones que hacen desde los sindicatos en las negociaciones que tienen abiertas con la aerolínea es que los convenios colectivos a los que lleguen reflejen la forma en que la compañía va a adaptar los contratos a la normativa europea.

USO y Sitcpla, los dos sindicatos que convocaron la huelga de tripulantes en España, denuncian también que más de un 75% de los 1.800 trabajadores de bases españolas está contratados a través de empresas de trabajo temporal, carecen de un salario base y cobran sólo por las horas de vuelo efectivas -que son las que el avión pasa volando-, provocando una "tremenda inseguridad e inestabilidad laboral". 

Negociaciones en España

Este miércoles tuvo lugar la quinta ronda de negociaciones entre los sindicatos y la aerolínea. La Dirección General de Trabajo citó a las partes por tercera vez en Madrid y, pese a que se reconoce un cambio de actitud por parte de la irlandesa, el resultado neto de la cita mantiene la situación sin cambios. "Se abrieron a escuchar, por primera vez, nuestras demandas, pero no ha habido un avance real aunque en un momento de la reunión parecía que iba por el buen camino", explican fuentes sindicales.

Con la Dirección de Trabajo cerrada por vacaciones este mes, el diálogo se retomará en septiembre. Pero para los trabajadores españoles, la línea roja para cuando retomen las negociaciones se mantiene clara: la aplicación de la legislación española. 

Para USO, ahora toca sacar balance de la huelga de los días 25 y 26 de julio y pensar en las próximas medidas. Está previsto que los sindicatos de los distintos países se reúnan a principios del próximo mes para plantear la situación y tomar las decisiones que correspondan. Esta cita está abierta no sólo a representantes de los tripulantes, sino de los pilotos y demás colectivos. Además, podrían sumarse países como Alemania u Holanda, donde sus trabajadores han empezado también a agitarse.

Por el momento, España va a mantenerse en calma, pero Ryanair tiene todavía que afrontar la potencial huelga de sus pilotos en Bélgica, Holanda y Alemania dentro de una semana, después de la que harán los pilotos irlandeses este viernes 3 de agosto.

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