La gestora de fondos estadounidense BlackRock obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.073 millones de dólares (921,8 millones de euros) en el segundo trimestre de 2018, lo que supone un incremento del 26% respecto al mismo periodo del año pasado, según ha informado la compañía.

La cifra de negocio de BlackRock sumó un total de 3.605 millones de dólares (3.070,2 millones de euros), un 11% más que un año antes, con un crecimiento del 89,5% en los ingresos por comisiones de asesoría, administración y préstamo de valores, mientras que los ingresos por comisiones de asesoría vinculadas al rendimiento subieron un 25,3%.

De este modo, en los seis primeros meses del ejercicio la gestora obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.172 millones de dólares (1.854,1 millones de euros), un 26,3% más que en la primera mitad de 2017, mientras sus ingresos aumentaron un 13,5%, hasta 7.188 millones de dólares (6.136 millones de euros).

"A pesar de la desaceleración en la industria debido a la incertidumbre de los inversores en el entorno actual del mercado, nuestro diálogo con nuestros clientes y las oportunidades para proporcionar soluciones a largo son más sólidos que nunca", declaró el presidente y consejero delegado de BlackRock, Laurence D. Fink.

"Hemos visto que los mercados ya han estado así antes, y la amplitud de productos de BlackRock, las capacidades de nuestras carteras, las herramientas digitales y la tecnología nos colocan en una posición única para ofrecer valor a largo plazo a nuestros clientes y accionistas", ha añadido.

Durante el segundo trimestre también se ha podido apreciar la reducción de impuestos asociada a la reforma fiscal de Donald Trump -Tax Cuts and Jobs Act-. De esta forma, la tasa impositiva efectiva ha bajado en 6,5 puntos porcentuales, hasta el 24%.

BlackRock cerró el periodo de abril a junio de 2018 con un total de 6,3 billones de dólares (5,3 billones de euros) en activos gestionados, un 10,7% más que a 30 de junio de 2017.

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