El verano está a punto de empezar y en los pasillos de las aerolíneas hay una gran preocupación: los retrasos, la saturación en los aeropuertos y los atascos en los cielos europeos. ¿Las causas? Las huelgas, tanto de controladores como del propio personal, y el mal tiempo.

Sólo en mayo, más de 117.000 vuelos sufrieron retrasos en todo el continente. De ellos, más de 71.000 vuelos -un 61%- se retrasaron debido a la falta de personal y a las huelgas en los servicios de control aéreo.

El mal tiempo tampoco ayudó el mes pasado: el 39% del total, unos 45.000 vuelos, se retrasaron por esta causa, cuatro veces más que el año pasado. Para Ryanair, es “curioso” que “la mayoría de estos retrasos tuvieran lugar los viernes y sábados y no el resto de la semana, lo que sugiere que los proveedores de control aéreo están utilizando el mal tiempo para tapar su falta de personal”, subrayaba la aerolínea este jueves.

En el caso de la aerolínea irlandesa, el mes pasado tuvo que cancelar más de 1.000 vuelos, la mayoría a causa de “huelgas o falta de personal en los servicios de control aéreo”. “Esta cifra es 24 veces mayor que los 43 vuelos que cancelamos en mayo del año pasado”, reconoce la low cost.

No es la única que tuvo mal mes. La británica easyJet tuvo que cancelar 974 vuelos, ocho veces más que hace un año, y desde IAG, su consejero delegado, Willie Walsh, reconocía recientemente que las huelgas de controladores y la gestión de este servicio “han sido lo que más ha impactado” a su operación. “Está destruyendo el tráfico en toda Europa. Pensábamos que la situación mejoraría en 2018, pero está empeorando”, afirmaba hace unas semanas el ejecutivo del holding que agrupa a British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus.

“Las huelgas de controladores que tendrán lugar en Francia este sábado y domingo causarán la cancelación de cientos de vuelos, perjudicando a miles de pasajeros”, afirma el CEO de Ryanair, Michael O´Leary. El ejecutivo subraya que los vuelos de muchas aerolíneas se verán afectados aunque no tengan como destino Francia porque necesitan cruzar su espacio aéreo.

“Es inaceptable e instamos a los Gobiernos de Reino Unido y Alemania, así como a la Comisión Europea, a que emprendan acciones de forma urgente para asegurar que los servicios de control aéreo cuentan con personal suficiente y que las huelgas nacionales -como las que se suceden repetidamente en Francia-, no afecten a los aviones que sobrevuelan su espacio aéreo”, añade O’Leary, al que también le preocupa otra huelga, la que amenazan con hacer sus tripulantes de cabina este verano.

Desde principios de año, en España se han cancelado, por distintas causas, más de 2.000 vuelos y otros más de 1.000 han tenido retrasos de más de tres horas, señalan desde la plataforma Flightright. Desde la asociación Airlines for Europe han advertido tanto al Gobierno francés como a la Comisión del incremento en un 300% de las huelgas en lo que va de año respecto al año anterior. Piden algo de orden, con la notificación de los paros con al menos 72 horas de margen, para poder organizar la operación y minimizar el impacto a los pasajeros.

Además, las asociaciones de líneas aéreas advierten del impacto negativo para la "marca España". "Las huelgas en un sector tan estratégico como el del control aéreo lastran a las compañías aéreas y generan un grave perjuicio a los clientes, pero también afectan muy negativamente a la imagen y a la actividad turística de España, principal fuente de riqueza de nuestro país", señalaban la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (Aceta) y la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), recientemente.

El golpe a Vueling

La petición de Ryanair llega a pocas horas de una nueva huelga de los controladores aéreos de Marsella, el centro que vigila los cielos de todo el sureste de Francia y el abanico del Mediterráneo que llega hasta Cerdeña. Según los datos de Eurocontrol, de los 19 días de paro que ha tenido el sector este año, 14 han correspondido a Francia. 

Las jornadas de huelga empezaron hace tres meses y, desde entonces, han golpeado de forma colateral la operación de las aerolíneas que, desde España, pretenden cruzar los Pirineos hacia el norte. La más afectada, Vueling, con base en el aeropuerto de El Prat en Barcelona, muy afectado por las incidencias en Marsella. 

Los paros de los controladores franceses son “una frustrante causa de disrupción que afecta a todas nuestras aerolíneas, pero en especial a Vueling debido a la ubicación de su centro de operaciones en Barcelona”, afirmó Willie Walsh, CEO de IAG, en la junta de accionistas de la compañía.

La aerolínea del grupo IAG se vio obligada a cancelar 118 vuelos a finales de abril debido a la huelga de controladores franceses. En el último fin de semana de mayo, las cancelaciones llegaron a 150, afectando especialmente a las conexiones con Barcelona y Baleares.

El aeropuerto de El Prat, bajo el foco después de los problemas que ha tenido en los últimos veranos, recibió entre enero y mayo 18,7 millones de pasajeros, casi un 7% más que en 2017. Sólo en mayo, la cifra fue de 4,5 millones. Este positivo ajetreo se ve enturbiado por el hecho de ser uno de los diez aeropuertos de Europa con más retrasos, según los datos de Eurocontrol, afectado tanto por las condiciones meteorológicas como por los problemas con los controladores.

“Si la huelga afecta al espacio aéreo en torno a Marsella, más del 50% de los vuelos de Vueling se ven impactados. La repercusión sobre la aerolínea y sus clientes es inmensa, afectando al mismo tiempo a la economía y al turismo de España”, subrayó Walsh.

El segundo trimestre no está siendo especialmente bueno para Vueling. A las huelgas en Francia se suman los paros que los pilotos de la compañía realizaron entre finales de abril y principios de mayo y que le llevó a cancelar casi 470 vuelos más, o la huelga de controladores en Italia, que afectó a otra treintena de vuelos.

Aun así, el consejero delegado de IAG insiste en que “la aerolínea ha trabajado arduamente para mejorar su resiliencia operativa y gestionar de forma más eficiente la disrupción por causas externas”.

Desde Norwegian, que también tiene su base en El Prat, comentan a este periódico que durante mayo tuvieron muy pocas cancelaciones (operaron el 99,2% de los vuelos programados), pero las huelgas sí han afectado a su puntualidad. Según los datos de la low cost noruega, en mayo de este año perdieron 5,3 puntos porcentuales respecto a mayo de 2017, situando su tasa en el 77,3%.

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