Las multinacionales tecnológicas presentes en España han rechazado tajantemente la idea del Ministerio de Hacienda de gravar con un 5% de su facturación sus actividades en nuestro país. Fuentes de estas compañías, que han preferido no ser identificadas, han manifestado a EL ESPAÑOL su descontento por un impuesto al que califican de “particularmente dañino” y que, en algunos casos, podría “comerse todo el beneficio” de empresas que operan con márgenes estrechos.

Según ha publicado Expansión este miércoles, el ministerio de Cristóbal Montoro ultima el diseño de esta nueva "tasa Google" a las compañías tecnológicas que podría convertirse en un proyecto de Ley en septiembre. Gravará la intermediación, la publicidad y la venta de datos a empresas a partir de unos umbrales de facturación con un máximo del 5% y el objetivo es adelantarse a la norma europea que se discute en el Parlamento de Bruselas.

El impuesto -que pagaría las pensiones- quiere gravar a todas las empresas que ofrezcan estos servicios en España, aunque no estén físicamente en territorio nacional. Desde hace varios meses el Ministerio de Hacienda viene criticando a multinacionales como Apple, Google, Facebook o Amazon por no declarar toda su actividad efectiva en la Hacienda española.

50 millones en impuestos

Es por ello que trabaja en fórmulas para equiparar los impuestos que pagan estas empresas con las tradicionales y, de paso, elevar los ingresos del Fisco. Los objetivos de recaudación con los nuevos impuestos -entre los que se incluyen los destinados a las tecnológicas- oscilan entre los 600 millones en 2018 y los 1.500 millones en 2019.

Se estima que en el último año fiscal, todo el sector de las empresas tecnológicas, entre las que se incluyen las citadas, pagaron en torno a 50 millones de euros en impuestos, muy por debajo de su facturación real en España. Compañías como Facebook y Google derivan todos sus ingresos a filiales en otros países de Europa como Holanda, con una fiscalidad más favorable, y solo recaudan por servicios prestados a sus sociedades matrices.

La primera sorpresa para estas compañías es que España quiera desmarcarse de las conversaciones que al respecto se están sosteniendo en el seno de la Unión Europea. Estas compañías indican que lo normal es que se lleguen a acuerdos “globales” en el marco de la OCDE, organización en la que están presentes las económicas más dinámicas del mundo, y a la que pertenece España.

Impuesto sobre los ingresos

En marzo, Bruselas propuso un gravamen del 3% sobre la facturación, aunque en la última reunión del Ecofin, los ministros de Economía de los países miembros de la UE reconocieron la dificultad de crear este tipo de instrumentos y se llegó a la conclusión de que es probable que no tenga el apoyo inmediato de muchos países.

En este encuentro el ministro de Economía español, Ramón Escolano, se mostró como uno de los más férreos defensores, aunque sin el apoyo explícito de muchos de sus colegas. “Desde la perspectiva de la equidad y la justicia social no tiene sentido que los impuestos se destinen únicamente a la vieja economía”, indicó.

En el caso español, las tecnológicas en España coinciden en señalar que “una tasa planteada en estos términos sobre los ingresos es particularmente dañina”. En primer lugar, indican, que un impuesto sobre los ingresos es especialmente perjudicial para empresas que no tienen beneficios -como muchas startups- o que operan en mercados con mucha competencia y precios muy ajustados a costes, es decir, que tienen márgenes muy pequeños.

“Se comería todo nuestro beneficio”

“Se comería todo nuestro beneficio”, indica un directivos de una de estas multinacionales, indicando que muchas veces se refieren a Google, Amazon, Apple o Facebook, pero no contemplan otras empresas con facturación media, en plena expansión y en las que un impuesto de estas características podría hundir su crecimiento.

Una empresa que tiene un margen operativo grande -por ejemplo del 50%- con una tasa digital fija del 5% sobre los ingresos representaría el 10% sobre el beneficio, mientras que en una empresa con un margen operativo del 5%, los impuestos se comerían todo el beneficio, indican.

Del mismo modo, estas compañías señalan que la economía digital es la parte más dinámica y de más rápido crecimiento de la economía que impulsará la prosperidad futura en Europa. "La economía digital se encuentra en una fase de inversión y crecimiento, y si se introducen impuestos punitivos, deprimirá el crecimiento económico de la UE durante las próximas décadas, ya que la inversión se canalizará a otras áreas". Un freno al desarrollo de una industria que tiene como objetivo hacer frente a los gigantes que nacen en Estados Unidos y China.

¿Pagan menos impuestos?

Del mismo modo, indican que está absolutamente fuera de lugar realizar una división entre empresas tecnológicas y las que no lo son. ”¿Qué empresa no es -o no aspira a ser- tecnológica en estos momentos?”, se preguntan. Dado que en la tecnología es donde se originarán los futuros empleos y el crecimiento, y así lo dicen las principales autoridades europeas, esto va en contra de los intereses a largo plazo de la economía de la UE, indican.

Otro mito que intentan desmontar es el que las empresas tecnológicas pagan menos impuestos que las “tradicionales”. Según un estudio del European Centre for International Political Economy (ECIPE) en un promedio anual de tres años, la 'tasa impositiva efectiva' para las  compañías digitales fue del 28,1%, mientras que el promedio en estas mismas fechas para las tradicionales fue del 26,7%.

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