Clima, infraestructura y conectividad. Esa es la receta que ha situado a España entre los favoritos para el turismo de negocios, un sector que mueve casi 19.000 millones anuales sólo en nuestro país entre convenciones, reuniones, eventos e incentivos y los viajes corporativos.

Sólo en MICE, el acrónimo en inglés que se utiliza para hablar de turismo de negocios y convenciones, España logró en 2017 el cuarto lugar a nivel global, por detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, con un total de 564 eventos celebrados. Un año antes, este mismo ránking que elabora la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales (ICCA), nos situaba en sexta posición. Es más, España es el único país que coloca dos ciudades en el ‘top 10’ mundial y una de ellas, Barcelona, se corona como la favorita a nivel internacional, con 195 eventos, superando a París y Viena, líderes tradicionales de la clasificación.

“España es un sitio increíble para el sector de reuniones, convenciones y congresos. A nivel europeo, está claro que es un referente”, asegura a EL ESPAÑOL Juli Burriel, consejero delegado de la Asociación Ibérica de Gestores de Viajes de Negocio (IBTA). “Es la Florida de Europa. Ha elegido ser un país de servicios orientado tanto a vacaciones como a los congresos y los europeos saben que lo que se ofrece aquí es potente”.

Desde su punto de vista, además de Madrid y Barcelona, Sevilla y Málaga también están haciendo un gran trabajo de promoción. La clave del éxito de la capital y de la Ciudad Condal está en su buena conectividad (tanto aérea como terrestre), sus infraestructuras para la celebración de eventos y sus atractivos turísticos.

Las ciudades secundarias, apunta, aunque puedan ofrecer precios más competitivos, pierden en conectividad al no contar con tantos vuelos directos. Aun así, en el caso de Sevilla, en el último año ha logrado un gran paso: la plataforma Event UK la ha incluido entre los 25 mejores destinos para eventos a nivel mundial. El año pasado, la actividad el Palacio de Congresos y Exposiciones de la ciudad, FIBES, inyectó a la economía local 132 millones gracias a los 135 eventos celebrados. Este año esperan llegar a 200 millones y para IBTA es el destino nacional favorito para la actividad congresista.

La clave del turismo de congresos está, precisamente, en el aporte económico que hace a la ciudad y en que ayuda a desestacionalizar la demanda turística, llenando hoteles y restaurantes en los meses en que una ciudad sea menos atractiva para el turista por placer.

Barcelona resiste al procés

Mientras que el segmento de viajes de negocios ha mantenido un crecimiento sostenido en la última década, la crisis sí golpeó al de convenciones y eventos, aunque en el sector aseguran que 2017 marcó “un año de recuperación” con eventos con más de 8.000 participantes, y las previsiones para este año son buenas.

“Para 2018 percibimos una estabilización en cuanto al número de participantes y a la duración de los eventos, si bien estos son más completos y con más contenido”, afirma a este periódico Rafael Sueiro, director general de Carlson Wagonlit Travel (CWT) España.

Sólo en Ifema, en Madrid se espera celebrar más de 100 ferias este año. En el caso de Barcelona, aunque la crisis política derivada del proceso soberanista causó cancelaciones en el último trimestre de 2017, “la situación se ha normalizado”, sostiene Burriel que, por su contacto con agencias de todo el mundo, considera que el año cerrará en buena posición.

Es más, la semana pasada tuvo lugar IMEX, la feria más importante del sector MICE que se celebra anualmente en Frankfurt, y el primer puesto en el ránking de ICCA ha impulsado las peticiones de información en el espacio que Turisme de Barcelona instala en el evento. “La incertidumbre ha quedado superada, Barcelona continúa siendo un lugar muy deseado”, comentaba el presidente del Barcelona Convention Bureau, Miquel Martí.

Desde CWT, una de las principales empresas en viajes de negocios y reuniones, también se muestran optimistas con el clima de negocios de la Ciudad Condal. “Esperamos que la situación se estabilice y siga llegando negocio a Barcelona, un destino único con una oferta inmejorable para el MICE”, dice Sueiro.

El viajero de negocios, clave en el sector

IBTA, la principal entidad de su rubro en el plano nacional y de la que forman parte empresas como Air Europa, Iberia, Europcar, Barceló, Meliá y NH, es una de las organizadoras de la primera edición de la feria Expo Turismo de Negocios que se celebra este lunes y martes en Madrid.

Este evento cuenta con el respaldo del Ministerio de Turismo y agrupa a las principales asociaciones del sector, GTBA Europe, GEBTA, Travel Advisors y AVASA. Según los organizadores, esperan acoger a más de 5.000 profesionales del sector y una de sus claves es que, además de la parte dirigida al sector MICE, se aborda otra arista fundamental en el turismo de negocios: el viaje de negocios.

“A nivel facturación, el viaje de negocios supone el doble que el turismo de reuniones”, apunta Burriel. En concreto, de la cifra total, unos 12.000 millones corresponden a este día a día de las empresas, los viajes que hacen sus trabajadores para reunirse con socios o clientes o, precisamente, a esos eventos sectoriales donde se aprovecha para estrechar lazos comerciales y cerrar operaciones.

Este sector ha marcado un crecimiento anual de entre un 3% y un 6% en los últimos años, indica el CEO de IBTA, y la perspectiva es que se mantenga apoyada en la buena situación económica y el crecimiento de las empresas y su internacionalización.

“El gasto en viajes está aumentando en 2018, es una tendencia que empezamos a advertir hace algunos años”, señala a EL ESPAÑOL Fernando Cuesta, director general de Amadeus España. “Los encuentros personales son fundamentales para los negocios, sobre todo cuando se trata de negociar o afianzar las relaciones con un cliente o compartir ideas con compañeros”. Eso sí, añade, “las empresas son cada vez más exigentes midiendo el retorno de la inversión, por eso los gestores de viaje se enfocan en tener políticas de viaje adecuadas y que se cumplan” con el objetivo de que ese viaje tenga “repercusión directa en el crecimiento económico”.

Pero también porque los gastos asociados a los viajes de negocios suben. Para este año, “el incremento del precio de los billetes de avión será de aproximadamente un 8%, por encima del 3,5% que se espera a nivel global y el del precio de los hoteles se situará en un 10,5%”, afirma a Sueiro, de CWT España.

Aun así, el directivo matiza que revisando las cifras hasta abril de este año han visto que el precio del componente aéreo “ha subido muy ligeramente” y que la tendencia global apunta a la baja, al igual que en el resto de productos (tren, hoteles y coches de alquiler) que influyen en el gasto total de una empresa en los viajes de sus trabajadores.

Tecnología, preocupación y solución para el gestor de viajes

Y entre los desafíos que afrontan las empresas, y más en concreto sus responsables de la gestión de viajes o ‘travel managers’, está la seguridad, el confort de los viajeros y la medición del retorno de inversión, apunta Cuesta, de Amadeus.

¿La clave para conseguirlo? La tecnología, sostiene. Para casi cuatro de cada diez gestores de viajes, esta es a su vez, su mayor preocupación está en cómo integrar herramientas como los programas de gestión, las aplicaciones o el ‘big data’ a sus labores, concluye el estudio Tendencias en los Viajes de Negocio 2018 que ha elaborado IBTA con la colaboración de 2.000 empresas.

Desde la asociación alertan: las empresas no pueden quedarse atrás en el uso de herramientas que ayuden tanto en la gestión de los viajes corporativos como en la organización de eventos, convenciones o congresos.

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