La cervecera holandesa Heineken obtuvo un beneficio neto de 260 millones de euros en los tres primeros meses de 2018, lo que representa una caída del 11,3% respecto del mismo periodo del año anterior, según informó la compañía.

El volumen de ventas de cerveza de Heineken entre enero y marzo aumentó un 14,8% interanual, hasta 50,5 millones de hectolitros, lo que supone un crecimiento orgánico del 4,3%.

"El desempeño en el primer trimestre estuvo en línea con las expectativas", declaró Jean-François van Boxmeer, presidente del consejo ejecutivo y consejero delegado de la holandesa, quien destacó que el crecimiento del volumen de ventas se benefició del adelanto de la Semana Santa en relación al ejercicio precedente.

El frío, culpable en Europa

En Europa, donde el volumen de ventas bajó un 1,7% en el trimestre, hasta 15 millones de hectolitros, Van Boxmeer señaló el impacto negativo del frío, aunque subrayó que Heineken mantiene sin cambios sus previsiones anuales.

Por otro lado, tomando como referencia para el resto de 2018 los tipos de cambio del pasado 12 de abril, la compañía calcula un impacto negativo por el cambio de moneda de unos 200 millones de euros en su resultado operativo antes de extraordinarios y amortizaciones, así como de 115 millones de euros en su beneficio neto antes de extraordinarios y amortizaciones.

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