José María Roldán, reelegido presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), llegaba a la comparecencia con los medios, tras la asamblea en la que había sido reelegido, con ganas de abordar cualquier asunto.

Incluso se atrevía Roldán con una reflexión acerca de la crisis sufrida por Facebook por la cesión a terceros, por parte de la red social, de datos personales de, al menos, 50 millones de clientes a través de la consultora británica Cambridge Analytica.

“Nosotros estamos acostumbrados desde hace mucho tiempo a lidiar con un montón de exigencias regulatorias y a cumplir con ellas, también en lo referente a la protección de datos”, reflexionaba Roldán, para, seguidamente achacar a los nuevos operadores -en referencia a Facebook- “ahogarse en un vaso de agua” ante una crisis como ésta.

El reelegido presidente de la AEB también se mostraba sorprendido por lo que los dirigentes de Facebook, con su fundador y presidente Mark Zuckerberg, “tardaban en reaccionar” ante la crisis, aunque reconocía la “contundencia” con la que el máximo responsable de la red social se empleaba en su comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos, donde fue inquerido para esclarecer las circunstancias que dieron lugara a la filtración masiva de datos de clientes.

12.000 millones de beneficios tras la compra del Popular 

Además de esta reflexión sobre un asunto candente de la actualidad, José María Roldán hizo repaso al cierre del ejercicio 2017, en el que los bancos adscritos a la AEB registraban un beneficio de algo más de 12.000 millones de euros, un 51% más que un año antes, cuando las pérdidas del Banco Popular restaban ganancias. Sin tener en cuenta el resultado negativo de la entidad ahora propiedad de Santander, el beneficio habría crecido en 2017 un 5,3%.

El aumento del resultados de la banca española se veía favorecido por el crecimiento del margen bruto, la contención de los gastos de explotación y las menores necesidades de provisiones para insolvencias, a pesar de los saneamientos acometidos a final del ejercicio por parte de algunas entidades.

El margen bruto fue de 85.000 millones de euros el pasado año, lo que supone un 3,8% más que en 2016, por el incremento en los intereses, las comisiones y otros epígrafes, que permitió compensar los menores resultados obtenidos en conjunto por dividendos, operaciones financieras y diferencia de cambio.

Por su parte, la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) se situó en el 6,16%, por encima del 4,09% registrado un año antes.

Todos estos datos reflejan "una cuenta de resultados que indica un sector claramente en recuperación de la rentabilidad necesaria para poder seguir financiado la recuperación económica", en palabras de Roldán.

No obstante, el presidente de la AEB trataba de atemperar el optimismo. "Es muy difícil ser rentable en este entorno de tipos de interés", apostillaba, para apuntar después que   la normalización de esta situación tendrá lugar próximamente, pero será "lenta".