Manifestación en las calles de Bilbao en demanda de pensiones justas.

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Diez motivos que justifican nuestra preocupación por las pensiones

Los españoles están más preocupados que nunca por las pensiones, según el  Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Estas son las causas.

10 abril, 2018 18:28

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Nunca en los últimos 30 años había estado el español tan preocupado por el futuro de sus pensiones. El último barómetro del CIS, elaborado entre el 1 y el 13 del pasado mes de marzo, refleja que las pensiones ya son la quinta preocupación de los españoles. Un 15,5% las menciona.

¿Pero hay motivo para la preocupación? Desde luego. Aunque el problema, como veremos, afecta menos a los pensionistas del presente que a quienes pasaremos a serlo dentro de unos años. 

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1. La hucha de las pensiones era un apaño...

El sistema de pensiones español no es de capitalización, sino de reparto, así que los españoles no guardamos dinero para nuestra propia jubilación, sino que pagamos para la de nuestros mayores de forma solidaria. Esto permite pagar también las pensiones no contributivas, de gente que no contribuyó directamente al sistema en su momento.

En 1997, tras las recomendaciones del Pacto de Toledo, se crea el Fondo de Reserva, que tenía la condición de herramienta contracíclica y, de hecho, funcionó como tal. Un problema es que de tanto hablar de la “hucha de las pensiones” mucha gente cree que los españoles tenemos algo que se parece a un sistema de capitalización, lo que no es cierto. Había un remanente que se vino utilizando para esto, pero el grueso viene de las cotizaciones sociales y de préstamos que el Tesoro ha hecho a la Seguridad Social; es decir, de deuda. Aunque también los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se hacen cargo de una pequeña parte que son las pensiones no contributivas.

2 ...y además está ‘pelada’

La hucha de las pensiones está ‘pelada’ porque se ha utilizado ¡para pagar pensiones! Cuando el PSOE llega al Gobierno, en 2004, la ‘hucha’ tenía 67.000 millones. Hoy está prácticamente vacía. Si volviésemos a recurrir a ella para pagar las extras de verano, podríamos distinguir las telarañas. Por ley, no puede vaciarse del todo. En la práctica, lo está.

3. La economía va mejor, pero…

...pero podría ir peor. Estamos en un escenario de crecimiento y eso ha permitido dar al sistema un pequeño respiro. En los últimos años, las cotizaciones han sido muy inferiores a los gastos. Como la tendencia es que las pensiones sean cada vez mayores, el próximo escenario de decrecimiento probablemente supondrá una caída. Y esta vez no habrá red.

4. Muchos españoles se escaquean

Como hemos dicho, con las cotizaciones no pagan tu pensión, pagas la de quienes la están cobrando en estos momentos y te garantizas el derecho a cobrarla en el futuro, si vives lo suficiente. Esto hace que muchas personas se piensen en la conveniencia de apostar por este sistema.

¿Y quiénes tienen más posibilidades de hacerlo? Los autónomos. Aunque es verdad que pagan de las cuotas más altas de Europa y que suponen un porcentaje enorme del empleo que se genera en España, lo cierto es que su base mínima de cotización es de 919,8 euros -la máxima es de 3.751,2 euros-. ¿Por qué pagar el máximo pudiendo pagar el mínimo? De hecho, la mayoría de autónomos opta por cotizar a la seguridad social por la base mínima. Esto implica tener derecho a cobrar menos en el futuro, pero también que el Estado tiene menos recursos para pagar a los jubilados del presente. Si hablamos de la economía sumergida, la situación es aún peor.

5. Las pensiones no dejan de subir

Los años de la bonanza tienen su reflejo en las pensiones. Actualmente, la pensión media ha superado los 1.000 euros, la cobran más de 9,5 millones de personas y el gasto en las pensiones contributivas supone cerca de 9.000 millones al mes. Es previsible que estas cifras se incrementen.

6. El factor de sostenibilidad disparará las jubilaciones en 2018

A partir de 2019 se incorporará un factor de corrección en las nuevas jubilaciones que supondrá la posibilidad de cobrar menos en función del aumento de la esperanza de vida. Es previsible que éste se incremente a lo largo de los próximos años, pero lo que es obvio es que su puesta en marcha provocará numerosas jubilaciones a lo largo de este año, de profesionales que prefieren empezar a cobrar antes de que les den el tajo. Esto hace previsible un incremento importante de las pensiones de cara al próximo ejercicio y que, al menos a corto plazo, el recorte en las pensiones sólo sirva para aumentar el coste de las mismas.

7. Los políticos no van a dejar tirados a los jubilados del presente

El PP es un partido que ha vivido del voto de los jubilados. Es muy difícil que ningún partido político en España se responsabilice de un deterioro en las condiciones de los jubilados del presente. Esto garantiza que se dedicarán recursos públicos al sistema al menos durante unos cuantos años. Pero ¿qué pasará con los del futuro?

El compromiso para los Presupuestos entre Ciudadanos y Partido Popular vuelve a suponer incrementos sensibles para los jubilados. Está por ver durante cuánto tiempo sostendrá el sistema esta actitud. No hacer cambios antes es bueno para nuestros mayores, pero bloquea cualquier reforma de calado.

8. Los planes de pensiones privados necesitan mejorar

Aunque ha habido mejoras en las condiciones de los planes de jubilación, están enfocadas en el rescate de los mismos para que puedas sacar el dinero a los diez años, con una bajada de las comisiones, en el sector creen que no ofrecen el atractivo suficiente como para invertir más en ellas, especialmente si el objetivo es recuperarlas en forma de renta futura.

9. No estamos ahorrando

El Instituto BBVA publicó en 2017 una encuesta en la que, a pesar de que más del 80% de los españoles creían en el ahorro complementario, sólo un 37% habría empezado. Los jóvenes, porque falta mucho. Muchos mayores de 40 años, simplemente porque no pueden.

10. El empleo es precario

Con el paro juvenil que hay, muchos milenials tendrán menos pensiones dentro de algunas décadas y ése será un problema más social que de sostenibilidad del sistema. Pero el no es a corto o a muy largo plazo. El problema es a medio plazo. Dado que el empleo que se genera en España tiende a la precariedad, eso implica que las cotizaciones en unos años no alcanzarán para pagar las pensiones de españoles que hoy cobran más y tendrán pensiones más altas.

Los españoles cobran de pensión el equivalente al 82% de su último salario frente a una media del 63% en la OCDE. A esto se le llama la “tasa de reposición”. Y con una población envejecida, una generalización del empleo precario y una edad de jubilación que se alarga, la situación no es la mejor. Incluso con el aplazamiento de la edad de jubilación en 2027, hasta los 67 años de edad, los empleados que hayan cotizado 38,5 años podrán jubilarse a los 65 años.