FCC parece atisbar la claridad después de varios años con nubarrones delante de sus edificios. Los últimos movimientos de Carlos Slim, para conseguir que los bancos acreedores aflojen la soga, culminarán una vez consumada la venta de parte de Aqualia. Además, la empresa ha sacado músculo en este inicio de año en las concesiones públicas e internacionales y vive días de vino y rosas sobre el parqué.

Este martes, el Consejo dará el visto bueno a la venta del 49% de su negocio en las aguas y el miércoles se presentarán los resultados, que a priori gozan con el beneplácito de los analistas. Según vaticina Felipe López, analista de Self Bank, “los ingresos se mantendrán relativamente estables e incluso podría regresar a la senda del beneficio”. A su vez, afirma que “también será interesante conocer la proporción de ingresos que proceden de España, que no para de crecer. A diferencia de otras constructoras españolas que están más diversificadas, en el caso de FCC los ingresos aún provienen en un 50% de España”.

La situación se ha revertido en cuestión de un año, después de que Carlos Slim se enfundara el mono de trabajo para sacar del atolladero a FCC. En 2016, la empresa seguía perdiendo dinero, concretamente 161 millones. A unos días de que se conozca como le fue a la constructora en 2017 -presenta resultados el miércoles 28 -, la situación poco tiene que ver con la de balances anteriores, una vez que declaró ganancias durante los nueve meses de 2017 (153 millones) después de mucho tiempo en números rojos. Aunque desde los despachos deberán vigilar su talón de aquiles, su enorme deuda.

Venta de la joya de su corona para solventar los apuros

La reducción de la deuda ha sido, por tanto, el principal foco de atención para los mandamases de la empresa en estos últimos meses. A la emisión de bonos por un total de 1.320 millones de euros para solventar los 3.810 millones que tenía por aquel entonces, el Consejo de Administración de FCC dará este martes luz verde a la venta de Aqualia, lo que supondrá un plus para rebajar la deuda neta acumulada.

La semana pasada, la compañía informaba a la CNMV (Comisión Nacional de Mercado de Valores) a través de un hecho relevante que existen “negociaciones avanzadas” para la venta del 49% de Aqualia al fondo internacional IFM Global Infraestructure. Según los datos de la compañía, FCC Aqualia atiende a 23,6 millones de usuarios y presta servicio en 1.100 municipios de 22 países: España, Italia, Portugal, República Checa, Polonia, Rumanía, Montenegro, Bosnia, México, Chile, Uruguay, Argelia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Serbia, Kosovo, Túnez, Catar, India y Colombia.

Los negocios de Aqualia durante los nueve primeros meses del año pasado reportaron a FCC un total de 763 millones de euros. A su vez, la filial del agua representa el 30,4% (181,6 millones de euros) del total del Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) del conglomerado dirigido por Carlos Jarque, siendo la segunda división más importante para la compañía, sólo por detrás del área de Medio Ambiente. Felipe López considera que “a pesar de la venta, mantendría un 49%, de manera que mantendría el control en uno de los puntos estratégico para sus cuentas”.

La importancia de la filial del agua se entiende mejor si se compara con una de las líneas que, a priori, debería ser estandarte de FCC. La construcción aportó 50 millones de euros al Ebitda lo que supone solo el 7% del total, tal y como se extrae del último informe de gestión en los primeros nueve meses de 2017.

No obstante, FCC tiene razones suficientes para vender el 49% de Aqualia. La filial del agua representa el 60,4% de la deuda total de la compañía, lo que supone un total de 1.407 millones de euros. Según las primeras estimaciones del mercado, la venta se cerrará en una cifra cercana a los 1.000 millones de euros. Felipe López, analista de Self Bank, esgrime que la venta “podría destinar los fondos a rebajar deuda, y quién sabe si hacer un guiño al accionista repartiendo un pequeño dividendo".

Y tras seis años… ¡Dividendo!

Con la venta de Aqualia por unos 1.000 millones de euros, para adelgazar la enorme deuda que posee FCC, sumado a los buenos resultados de los primeros nueve meses y unas previsiones optimistas para el conjunto de 2017, todo hace indicar que la empresa española repartirá dividendos en 2018.

Tras seis años de fuertes restricciones por parte de los bancos acreedores, las condiciones se van cumpliendo y la única que le queda por cumplir a la compañía de construcción y servicios para remunerar a los socios es la referente al ratio entre su deuda y su Ebitda. Para pagar dividendo, FCC debe tener una deuda inferior a cuatro veces su Ebitda, un ratio que a cierre de 2016 se situaba en 4,4 veces.

El próximo miércoles, con la presentación de resultados, la cifra bajará la ratio de cuatro veces, según vaticinan los analistas consultados por EL ESPAÑOL. El otro requisito que fijaron las entidades, se consiguió el pasado mes de junio puesto que se amortizaron al menos 1.500 millones de la financiación acordada en 2014.

Los deberes hechos por FCC, por tanto, parecen suficientes para que los analistas de Bankinter vaticinen el cobro de dividendo. “Tras la venta de Aqualia, FCC podría eliminar las restricciones impuestas por sus bancos acreedores para repartir dividendos desde 2012. Sin embargo en el largo plazo, FCC se deshace de un activo que generó el 27% del Ebitda del grupo (228 millones de euros) en 2016 y que además es la principal garantía de la banca acreedora”, argumentan.

FCC se corona en licitaciones

La tendencia positiva con la que ha arrancado FCC el 2018 también se ha trasladado a las adjudicaciones. La compañía contratista ha conseguido más de una treintena de contratos con administraciones públicas españolas para llevar a cabo construcciones o rehabilitaciones de infraestructuras.

Así, FCC ha conseguido adjudicaciones de cierta relevancia en Cataluña como la construcción de un instituto en Barcelona o la recogida de residuos del Ayuntamiento de Salt (Girona), ambas sobrepasando los dos millones de euros. En Madrid, ha conseguido la reforma de la piscina del Centro Municipal de la Vaguada por un montante de un millón y medio de euros.

Otras de las adjudicaciones con más solera que acometerá es la renovación integral del parador nacional de San Marcos de León, un edificio histórico que data del siglo XVI, un proyecto presupuestado en 20 millones de euros. Se trata del mayor proyecto hotelero que la empresa pública Paradores Nacionales acomete desde 2010.

Pero donde verdaderamente FCC ha pegado el pelotazo ha sido fuera de nuestras fronteras. La compañía ha logrado la gestión de agua en la zona Oriente Medio y Norte de África por un total de 250 millones de euros después de ganar el concurso en Omán. A su vez, FCC compite por un mega contrato de 6.000 millones en Qatar para la construcción de una de las líneas del metro de Doha.

Un 2018 de amor con la Bolsa

Y si las cosas pintan bien en su parcela de negocios e inversiones, en el parqué FCC también tiene motivos para sonreir. Durante este 2018, la acción de la compañía se ha revalorizado un 16% y durante la sesión de este lunes sobrepasó la línea de los 10 euros.

Además, las últimas valoraciones de los analistas invitan a comprar acciones de FCC. Por ejemplo el consejo de analistas que recoge la agencia Reuters mantiene su posición de mantener en cartera o comprar. A su vez, los analistas de GVC Gaesco y Bankinter también aconsejan adquirir títulos de la compañía. No obstante, Felipe López pone la nota discordante puesto que considera que “es una opción arriesgada. Cotiza a ratio muy exigentes (cerca de 20 veces su beneficio) y ya ha rebasado el precio objetivo que le otorga el consenso de analistas”.

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