El Consejo Representativo de Empleados Europeos (EERC, por sus siglas en inglés), que representa a parte de los pilotos de Ryanair, ha pedido la dimisión de Michael O'Leary, consejero delegado de la compañía, por no haber resuelto todavía los conflictos con sus empleados.

A través de una carta, a la que ha tenido acceso Reuters, EERC ha advertido de que todavía hay muchos pilotos que siguen abandonando Ryanair. En su opinión, O'Leary ha sido incapaz de resolver los conflictos que llevaron a la cancelación de más de 2.000 vuelos en septiembre de 2017.

"Según nuestros cálculos, más cancelaciones parecen inevitables por las continuas dimisiones de los pilotos", ha asegurado el Consejo. En la carta que le han mandado a O'Leary también se asegura que la aerolínea le está pidiendo a sus pilotos que trabajen en días libres para evitar volver a las cancelaciones.

EERC no está reconocido como sindicato por Ryanair pese a que afirma que representa a un número significativo de los 4.000 pilotos que tiene Ryanair en plantilla.

La compañía evitó una huelga en la campaña navideña asegurando que reconocería a los sindicatos de pilotos por primera vez en sus 32 años de historia. No obstante, desde entonces las conversaciones no han avanzando mucho. Solo Balpa, el sindicato de pilotos británico, ha logrado que Ryanair le reconozca como un interlocutor válido.

"Le sugerimos que se vaya ahora y convoque al consejo y a los inversores para nombrar a un nuevo CEO y devolver a esta aerolínea al sitio que merece", se exige en la carta.

Problemas sindicales también en España

El propio O'Leary se encaró recientemente con el sindicato de pilotos en España y afirmó que sus pretensiones judiciales no tendrían éxito. Sepla anunció recientemente que interpondría dos demandas ante la Audiencia Nacional contra la aerolínea para hacer valer los derechos de los pilotos españoles.

La primera demanda, en la que buscarán que la justicia española defina qué legislación debe regir los contratos con la irlandesa, entrará a la Audiencia a finales de febrero.

La segunda demanda se dirige a la controvertida figura del 'falso autónomo', que en las filas de la aerolínea se conoce como 'contractor'. El sindicato defiende que estos contratos son fraudulentos e ilegales y reclama que todos los pilotos sean contratados directamente por la aerolínea para "tener los mismos derechos".

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