Uno de los argumentos más repetidos por Movistar durante la presentación de sus Ciudades Tecnológicas 5G, que convertirán a las ciudades de Segovia y Talavera en “laberintos vivos” de esta tecnología, fue que no se trataba de “un nodo y un titular”.

Es cierto que en el mundo de la tecnología, especialmente en todo lo que tiene que ver con antenas, es habitual que una de las demostraciones previas al despliegue consista, precisamente, en poner en marcha un programa piloto con pocas antenas y reducido a un público muy específico pero influyente. Como también lo es que son frecuentes las ‘pullas’ sobre quién tiene tiene el proyecto piloto más grande.

En septiembre del año pasado, Orange y Ericsson protagonizaron bastantes titulares cuando ofrecieron una demo, con un único nodo, en el que demostraron que eran capaces de superar los 15 Gbps. Era una presentación pedestre, con una especie de carrito que hacía las veces de peatón y con un vehículo en movimiento que recibía streaming de 4K. Pero se apuntaron una medallita.

Y claro, desde Movistar ya tardan en señalar que este piloto se queda pequeño en comparación con dos ciudades enteras con 5G y el compromiso de dos grandes fabricantes, entre los que se encuentran Nokia y Ericsson. Los suecos venden la tecnología que ‘vendió’ Orange en su anuncio de septiembre y su primer ejecutivo, José Antonio López, fue protagonista en la presentación de los azules.

Vodafone ha sido más discreta sobre sus intenciones, y en general se está centrando más en hablar de las posibilidades de ampliar el 4G con capacidades pre-5G que en promocionar el nuevo estándar. Pero en una entrevista con el Diario de Sevilla, el director territorial de la compañía en Andalucía, Antonio Fernández, confirmó que en el segundo semestre de 2018 comenzarán las pruebas piloto de 5G en Sevilla y Málaga. “La idea es que la extensión de la red se haga en 2019 y la prestación de servicios llegue a principios de 2020”, precisó.

En todo caso, no nos llevemos a engaño. Los pilotos siempre son interesantes de cara a desarrollar casos de uso que justifiquen futuras inversiones, y es importante que las operadoras se familiaricen con las tecnologías en las que luego se apalancarán, para ayudarles a desarrollar sus planes de despliegue. Pero nunca olvidemos que los fabricantes son los mismos, la tecnología comercial funcionará con estándares comunes y, al final, todo va a consistir en poner el dinero y plantar la antena.

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