Se le había prácticamente dado por condenado por un delito de administración desleal, pero finalmente la Audiencia Nacional ha absuelto al expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea. Contra el criterio del fiscal, que pedía cinco años de cárcel y una multa de 180.000 euros, por haber cobrado una indemnización de 11,4 millones de euros al salir de la empresa sevillana en 2015, poco antes de entrar en preconcurso de acreedores, la juez Ángela Murillo ha entendido que no había pruebas para condenar al empresario.

A la vista de las pruebas presentadas, la magistrada no aprecia que los contratos mercantiles, tanto de Benjumea como del exconsejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, fueran concebidos y elaborados para favorecer, de manera improcedente, a sus beneficiarios.

Como argumento adicional, la Audiencia Nacional se arma de razones al apuntar que estos contratos fueron confeccionados con los necesarios asesoramientos técnicos, internos y externos, sin que los acusados intervinieran en la redacción de sus cláusulas. Condiciones que, por lo general, recogían estipulaciones aplicadas habitualmente por las sociedades para remunerar a los altos directivos ejecutivos.

Aena despide 2017 con una sonrisa y cifras récord: más de 249,2 millones de pasajeros -un 8,2% más que en 2016- pasaron por alguno de los aeropuertos de su red durante el año pasado. El de Madrid sigue liderando en tráfico de pasajeros, con más de 53,4 millones de pasajeros. 

El cierre del año trae a la gestora aeroportuaria el mejor año de su historia, con casi 40 millones de pasajeros más que el récord alcanzado antes de la crisis. Aunque su nuevo presidente y consejero delegado, Jaime García-Legaz, no puede atribuirse el mérito de este logro -impulsado en parte por las cifras récord que está marcando el turismo-, sí le sirven para empezar su primer año al frente de Aena con un impulso positivo.

García-Legaz asumió su cargo a mediados de octubre, tras la sorpresiva renuncia de José Manuel Vargas. Uno de sus desafíos al frente de la gestora será potenciar su expansión internacional, además de mantener los costes de la compañía a raya después de que el Gobierno decidiera bajar las tarifas aeroportuarias hasta 2021, un factor que limita el crecimiento de sus ingresos. La base para lograrlo está ahí: Aena está saneada y mantiene una buena evolución en Bolsa, y el tráfico de pasajeros marca, mes a mes, un avance sólido.