El director de economía de Fomento del Trabajo, Salvador Guillermo, ha pedido a los partidos que concurrirán a las elecciones del 21 de diciembre "sentido común" y que sean conscientes del impacto económico que pueden ocasionar eventuales cambios de sede productiva de compañías que actualmente residen en Cataluña.

Durante la presentación este martes del informe Incidencia del escenario político en la actividad económica y empresarial, Guillermo, junto al presidente de la comisión de economía y fiscalidad de la patronal, Valentí Pich, ha exigido a los partidos políticos "sentido común" y que tengan en cuenta hacer el bien común.

Respecto al cambio de sede social y fiscal que se ha producido en las últimas semanas en empresas catalanas, el informe ha recogido que los movimientos registrados no tendrán impacto desde el punto de vista económico a corto plazo "porque la actividad de la empresa permanece en el ámbito original".

Estampida de movilizaciones 

"Los primeros días de octubre hubo estampida de movilizaciones y anuncios de decisiones de cambios de sedes sociales y fiscales", apuntando que el máximo registrado fue el 19 de octubre, cuando 268 empresas cambiaron su sede social.

Según la patronal, y teniendo en cuenta los datos de entre 2013 y 2016, todos los años -excepto 2015- Cataluña ha registrado déficit de empresas: "La gran favorecida en términos de recepción ha sido la Comunidad de Madrid", ha asegurado Guillermo.

Seguridad jurídica

En este sentido, el director de economía de Fomento del Trabajo ha remarcado la importancia que disponer de grandes y medianas empresas para competir en un entorno globalizado, digitalizado, "ya que son las que aportan más valor y más creación de empleo de calidad".

Para la patronal, es relevante en términos de empleo y de exportación que las filiales de empresas extranjeras residan en Cataluña porque son las que más empleo proporcionan, y por ello ha pedido evitar escenarios políticos que dificulten la seguridad jurídica.

Boicot de productos

Así, Guillermo ha asegurado que el boicot a productos catalanes que se ha constatado "es muy testimonial", además que desde el punto de vista económico es puramente irracional.

"Hay que insistir en que el boicot no es ninguna solución", y ha remarcado que en algunos casos hacer boicot afecta a otras zonas porque para producir ciertos bienes se necesitan productos de otras localizaciones.