El Canal de Isabel II quiere hacer borrón y cuenta nueva con la etapa de Ignacio González al frente de la empresa y de la Comunidad de Madrid. La junta de accionistas acaba de aprobar la venta de todo el negocio que la compañía pública tiene en Latinoamérica. 

Una venta que se efectuará en un plazo no superior a los 18 meses,mediante el procedimiento que sea más adecuado "para los intereses de la Sociedad". Es decir, sin que haya pérdidas para el Canal. Afectará a todos los activos que tiene en Latinoamérica, y se hará mediante la enajenación de las acciones de Canal Extensia o, en su caso, de las participaciones de ésta en Interamericana de Aguas y Servicios (INASSA). 

Brasil, la clave

Entre las empresas que se pondrán a la venta se encuentra la brasileña Emissao, que está siendo investigada en el caso Lezo, al que se le van a reclamar 6 millones de euros en un procedimiento de arbitraje. Una demanda que llegará en los próximos días, según ha reconocido este lunes el presidente del Canal de Isabel II, Ángel Garrido. 

Según Garrido "no queremos con el dinero de todos los madrileños jugar un poco a la ruleta rusa (...) debemos utilizarlo bien, para lo que está pensado", ha sentenciado. En estos momentos hay 23 empresas del Canal en América Latina; de las que 11 sigue operativas; siete están en liquidación; una en proceso de ello y otras cuatro ya están liquidadas. 

Según los cálculos elaborados por el Canal de Isabel II, la venta de estos activos supondrá perder unos beneficios de 40 millones de euros anuales. Según Garrido "no queremos poner en riesgo" el dinero de los madrileños con más operaciones en el extranjero; aunque sí se podrían desarrollar algunas labores de consultoría. 

En esa Junta de Accionistas se ha informado también del nuevo Plan Estratégico 2018-2022. En ellos la intención es invertir 1.548 millones de euros.

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