La 'startup' española Spotahome ha sumado 13,5 millones de euros de capital más para batallar por convertirse en el 'Airbnb' para pisos de media y larga estancia. La compañía, con sede en Madrid, tiene al fondo español Seaya Ventures, socios de Glovo o Cabify, y el londinense Passion Capital como principales inversores.

Con presencia en nueve países, espera cerrar el año con unos ingresos netos de más de 4 millones de euros, procedentes de las comisiones que cobran a propietarios e inquilinos que cierran una reserva sin la necesidad de mostrar la vivienda.

El arranque

La compañía arranca a finales de 2013. ¿El objetivo? Tratar de introducir tecnología en el mercado inmobiliario para ahorrar tiempo (y dinero) en los alquileres para larga estancia. Tradicionalmente, las transacciones se han cerrado 'offline' entre inquilino y propietario que se han puesto en contacto a través de agencias inmobiliarias físicas o webs de anuncios clasificados (como Idealista o Fotocasa).

Alejandro Artacho y Bryan McEire buscaron dar un paso más y ofrecer una plataforma en la que se produjera la visita al piso y la transacción. ¿Cómo? Aportando todo tipo de información (fotografías, vídeos, planos, información práctica) y facilitando el pago para la reserva de esas viviendas.

Así arrancaron en Madrid, junto a otros dos socios fundadores, Hugo Monteiro y Bruno Bianchi. En marzo de 2014 lanzan la web. "No funcionaba el botón de reservar, ni la pasarela de pago", rememora Artacho en una entrevista con EL ESPAÑOL. Ese mismo día recibieron una primera reserva de un año y medio de un inquilino japonés que vivía en Madrid, que pagó en efectivo.

¿Cómo es su modelo?

Una de las grandes desventajas que tiene el mercado inmobiliario está relacionada con la legislación. El equipo de Spotahome quería escalar y hacer internacional su plataforma, pero debían lidiar con las normativas locales. "Nos planteamos cómo meternos lo mínimo posible en la relación contractual entre inquilino y propietario", explica Artacho.

La solución: su modelo se basa sólo en poner en contacto a ambas partes que ejecutan la transacción en su plataforma (una reserva por un tiempo determinado) y por ello exigen una comisión. Son luego ambos actores los que firman el contrato inmobiliario al margen de Spotahome.

Su comisión se cobra tanto a inquilino como a propietario. Y entre ambas suman, según explica Artacho, entre un 7 y un 12 por ciento del total de la transacción (el volumen total de dinero del alquiler reservado), dependiendo de varios factores como el mercado. Su tiempo medio de reserva es de seis meses.

¿Cómo escalar un negocio como el suyo?

Desde el 'minuto uno' su objetivo era escalar este modelo a otros países. Pero había una gran desventaja: la obligación de revisar las casas físicamente para recabar toda la información posible y evitar así las visitas físicas del potencial inquilino. "Teníamos dos opciones: no chequeamos las casas o ponemos energía y nos enfocamos en mejorar los procesos", apunta el cofundador.

Decidieron crear un sistema de lo que denominan 'home-checkers', personas que se encargan de acudir a la casa para recabar toda la información: material de la casa, vídeos, fotografías, planos de la casa, políticas del propietario, características técnicas... Pero, ¿cómo escalar, sin incurrir en grandes costes, un modelo que tiene una parte significativa de logística y 'offline'?

Uno de los 'home checkers' de Spotahome. EE

"Hicimos mucho análisis sobre dónde gastamos más tiempo y era ahí dónde íbamos a meter más tecnología para automatizar", explica Artacho, quien resalta que hace dos años sus 'revisadores' dedicaban más de 100 horas a la visita de la casa y ahora una media de menos de diez en todos los países donde están presentes. "Antes era casi con papel y boli y ahora con herramientas internas desarrolladas por nosotros", apostilla.

Las cifras

Esos empleados de la compañía son clave. También en el lado de los costes. Suman un centenar de 'revisadores' que son profesionales 'freelance'. A estos suman 180 de plantilla en las oficinas centrales de Madrid. 

Con esta estructura de costes, hoy por hoy la compañía no es rentable. Pero está creciendo, según sus cifras, a gran velocidad en cuanto a negocio: en 2017 esperan superar la barrera de los 50 millones de euros de rentas de alquiler transaccionados en su plataforma (de esa cantidad Spotahome ingresa entre un 7 y un 12 por ciento de comisión).

Es decir, la cifra de negocio neta de la 'startup', que se niega a ofrecer, estaría, si la comisión media es del 10%, en los 5 millones de euros. "Los mercados más antiguos son más rentables; cada uno necesitan ese tiempo para adquirir oferta e incrementar demanda hasta alcanzar el equilibrio", apunta Artacho.

Están presentes en nueve mercados (16 ciudades, a las que acaban de sumar dos más esta misma semana) donde España sigue siendo el más destacado. Por su crecimiento, el consejero delegado destaca Reino Unido y Alemania. También están presentes en Dubai, para explotar la comunidad de expatriados.

La compañía tiene la sede de su 'holding' en Reino Unido, aunque opera con una sociedad en España, que es la que concentra la gran mayoría del negocio. Esta tuvo durante el pasado ejercicio, según las cuentas del Registro Mercantil, un total de 1,3 millones de euros de ingresos netos con unas pérdidas de 3,2 millones.

¿Y si Idealista (y otros) quiere transaccionar?

El modelo de transacción ha estado sobre la mesa de muchos de los actores del sector de los clasificados. En el mercado español está Idealista, pero en el resto de países hay un competidor fuerte. ¿Qué ocurre si estos deciden dar el paso y digitalizar todo el proceso? "No hay temor por ello son dos negocios completamente diferentes", argumenta el cofundador.

Según él, quien se lance a este modelo "debe conocer las dinámicas del transaccional y es por eso que no se ha metido nadie del sector de clasificados y hemos hablado con muchas de las páginas de clasificados de muchos países", explica.

Hoy tiene competidores de segmento como puede ser Uniplaces, enfocado únicamente a alojamientos para universitarios. Y otros tradicionales, como los agentes inmobiliarios. "Tienen volumen en alquiler y siempre va a haber gente que prefiere acudir físicamente a ver el piso", apostilla.

Capital para crecer

Con todo, ahora la compañía, cuya matriz tiene sede en Reino Unido, suma otros 13,5 millones de euros en una operación que es continuación de otra de 4 millones que se cerró el año pasado. Como resultado, Seaya Ventures, inversor de Cabify o Glovo, y Passion Capital, un fondo londinense, son los principales accionistas.

Pero a estos suman otros inversores como Howzat Partners (Trivago) Samaipata Ventures (del cofundador de La Nevera Roja), Jon Uriarte y Ander Michelena, fundadores de Ticketbis; Arthur Kosten, cofundador de Booking.com; Gate 93 Ventures, Samos Investments; Nordic Makers, o Apostolos Apostolakis. En total, según explica la compañía, han sumado 25 millones de dólares en financiación desde su fundación.

Con esta inversión, buscan potenciar los mercados en los que ya están presentes. Se plantean expandir a otros países, incluyendo mercados como Estados Unidos, Latinoamérica o Asia, pero aún no está cerrado.