El emblemático Hotel Santa Catalina en Las Palmas ya tiene quien lo opere. El Grupo Barceló será el encargado de reformar el edificio, un monumento histórico, para convertirlo en un establecimiento cinco estrellas de lujo, el primero de esta categoría en la capital de Gran Canaria.

Como el edificio es de propiedad municipal desde 1923, el Ayuntamiento de Las Palmas impuso en marcha el pasado mes de junio una licitación que ha resuelto esta semana eligiendo la oferta de Barceló. El consejo de administración de la hotelera tiene aún que ratificar la adjudicación y se espera que lo haga la próxima semana.

Según el consistorio, el grupo obtuvo la mejor puntuación tanto en la oferta económica como en la técnica. Como nuevo operador del Santa Catalina, Barceló invertirá 24,5 millones en la remodelación del hotel y pagará una renta anual de 600.000 euros por su explotación, es decir, un alquiler de unos 1.650 euros diarios. Será su operador de este hotel durante 35 años y, según la licitación, el contrato empezará a contar desde el próximo 12 de noviembre.

El hotel cuenta con 202 habitaciones, tres salones de eventos y un centro de negocios con cuatro salas. Las bases del concurso permitían incluir en la oferta mejoras en servicios, la oferta gastronómica o invertir en bienes culturales que reforzaran “la identidad canaria del establecimiento”. Según el consistorio, Barceló se ha comprometido, además de a mantener la actual plantilla, a ampliarla, con lo que el hotel contará próximamente con más de 200 trabajadores.

Otras ofertas

En la actualidad, el Ayuntamiento recibía 26.500 euros anuales por la explotación del hotel. Cuando se puso en marcha la licitación se encargó un estudio de viabilidad que puso de manifiesto que el hotel podría generar alrededor de 77 millones de euros en concepto de tesorería durante los 35 años que dura la concesión.

La oferta de Barceló superó a la de otros grupos como Hotusa o Riu Hoteles. El pliego de licitación exigía una inversión mínima de 15,5 millones y un canon anual de 550.000 euros. Por inversión, la segunda mayor propuesta fue la del grupo Hotusa, se quedaba 6 millones por detrás de la de Barceló.

Inaugurado en 1889, el Hotel Santa Catalina forma parte del patrimonio de la ciudad canaria y su alto grado de protección exige que cualquier intervención sea meticulosamente estudiada por la Comisión de Patrimonio Histórico. Esto implica, por ejemplo, que no puedan construirse más habitaciones, razón por la que Martinón, otro de los interesados, pidió al Ayuntamiento que su oferta no fuera considerada.

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