Moody's ha advertido de que la "tensión política" surgida por el desafío secesionista de Cataluña puede generar una posible devaluación del valor de la cartera de oficinas que las inmobiliarias patrimonialistas Merlín y Colonial tienen en Barcelona y, por tanto, afectar a su actual 'rating'.

"La inestabilidad política puede reducir los ingresos por alquileres, las tasas de ocupación de los activos y las valoraciones del mercado patrimonialista de España en general, y de Barcelona en particular", indica la agencia de calificación.

Un descenso en el valor de los activos de Colonial y Merlín provocaría tensión en el endeudamiento de estas compañías, dado que se mide comparando su deuda con el valor de su cartera total de activos.

Colonial tiene en Barcelona el 19% de su cartera de oficinas, otro 35% está en Madrid y el 46% restante en París. En el caso de Merlín, tiene en la Ciudad Condal el 8% del total de sus activos, en concreto, la socimi cuenta en esta ciudad con el 13,7% de sus oficinas y el 26% de sus centros logísticos.

Endeudamiento

En la actualidad, ambas socimis tienen un endeudamiento inferior al 50% del valor total de sus activos. No obstante, Moody's advierte de que podría considerar una rebaja de rating si, como consecuencia de la mencionada devaluación de la cartera por el impacto del desafío catalán, la deuda supera la mencionada cota del 50% del valor de sus edificios.

Por el momento, al cierre de la primera mitad del año, la cartera de estas dos socimis no sólo no había registrado devaluación alguna, sino todo lo contrario. Los inmuebles de Colonial en Cataluña se revalorizaron un 9% en el primer semestre de este año.

Asimismo, las tasas de desocupación de los edificios de oficinas de Madrid y Barcelona han descendido, especialmente en los centros financieros de las dos ciudades.

Además, el precio de los alquileres sigue subiendo en términos interanuales tanto en la Ciudad Condal (un 5%), como en Madrid (un 3%), si bien de forma más moderada a como lo hacían el pasado año por estas fechas (un 8% en Barcelona y un 6% en Madrid).

Por ello, Moody's apunta que a pesar del desafío catalán, el mercado inmobiliario terciario continuó evolucionando favorablemente en la primera mitad del año en las dos ciudades.