Aterrizó en España en 2004, de la mano de la empresaria china Peiyao Bao. Poco más de una década después, Mulaya cuenta cerca de 30 tiendas en España, la mayoría de ellas en Madrid, aunque también con presencia en Zaragoza, Valencia y Cataluña -Barcelona y Granollers-.

La firma de moda para mujer ha conseguido en estos años hacerse un hueco en España entre las compañías dedicadas al low cost. Todavía está muy lejos de Lefties (Inditex), con más de 100 tiendas y una estrategia muy reforzada por parte de la compañía de Amancio Ortega. Pero no les va nada mal.

Bao figura en el Registro Mercantil como administradora de tres sociedades: Mulaya SL, Mulaya online SL y Mulaya C.C. SL. Con las tres gana dinero, aunque en cantidades muy diferentes. Mulaya SL, que agrupa a la mayoría de las tiendas, facturó el año pasado 3,1 millones de euros y obtuvo un beneficio de 191.887 euros; Mulaya C.C., centrada en las tiendas de los centros comerciales, facturó casi 2 millones de euros. 

La que más está costando, aunque también anota números en positivo, es la parte online. En 2015, últimos datos disponibles en el Registro Mercantil, facturó por esta vía 182.430 euros y obtuvo un beneficio de cerca de 29.000.

Problemas de 'stock' y poco margen

Su web, lanzada en 2014, no dista demasiado de las páginas de las grandes marcas; no obstante, no centran en ella demasiados esfuerzos. Mulaya, por su modelo, tiene problemas con el stock y muchos de los pedidos no pueden ser atendidos. De hecho, sorprende que ofrezcan esta opción de compra.

Otra de las grandes low cost, Primak, ni se lo propone. Sus precios en tienda son tan bajos que, si vendiera en internet, los márgenes de beneficio y el coste que supone la distribución a domicilio le impedirían ser rentable.

Mulaya, que cuenta con unos 200 empleados en España, ha conseguido seguir creciendo en los últimos años con socios franquiciados, todos de la familia de los Bao.

No obstante, no compra los productos directamente a China, sino que abastece sus tiendas a partir de mayoristas chinos ubicados en el sur de Madrid o en países como Italia y Francia. En los últimos años, señala el portal especializado Modaes, han ajustado sus precios al alza a pesar de su filosofía low cost.

Desde la compañía no desvelan planes de futuro ni se plantean una expansión internacional. Así, de momento, el modelo les funciona. Queda en el aire si serán capaces de seguir creciendo y de si librarán la batalla pendiente con el comercio electrónico.

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