ROSELL: EL ÚLTIMO CAMBIO EN SOCIEDADES ES UN DESPRESTIGIO PARA LA MARCA ESPAÑA

ROSELL: EL ÚLTIMO CAMBIO EN SOCIEDADES ES UN DESPRESTIGIO PARA LA MARCA ESPAÑA Fernando Alvarado Agencia EFE

Empresas DESAFÍO CATALÁN

Miembros de CEOE exigen una postura oficial sobre el intento de ruptura catalán

Echan de menos un posicionamiento más contundente en defensa del empresariado. 

12 septiembre, 2017 02:47

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Bajan revueltas las aguas en el seno de la patronal CEOE tras la convocatoria del referéndum ilegal del 1-O por parte de Carles Puigdemont. Un proceso en el que algunos de sus miembros echan en falta una mayor rotundidad por parte de la patronal en sus posicionamientos.

Es cierto que su presidente, Juan Rosell, instaba la semana pasada a “una solución política” y reclamaba “seguridad jurídica” para que las empresas pudieran operar con normalidad. Unas palabras que no son suficientes, a juicio de algunas de las organizaciones miembro de CEOE con las que ha podido hablar EL ESPAÑOL.

Reclaman que en la Junta Directiva que se celebra este miércoles salga un posicionamiento claro sobre la postura que tiene la patronal. Una especie de declaración oficial que fije lo que piensan los empresarios españoles sobre el proceso independentista.

A juicio de las fuentes consultadas debería avanzarse en garantizar el cumplimiento de la Ley, y en asegurar la igualdad y la seguridad jurídicas -vitales para los empresarios-.

Unos postulados que irían en línea con la posición oficial que ha aprobado la patronal madrileña, CEIM, en su Junta Directiva de este lunes, y cuyos detalles se conocerán a lo largo del martes. En ella, además, se incluye una mención en apoyo de los empresarios catalanes, que son quienes están sobre el terreno y lo están pasando mal.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL el tema estará encima de la mesa de la Junta Directiva, pero no será hasta la misma reunión cuando se sepa si sale adelante o no la petición de esas patronales ‘díscolas’. De hecho, se espera que haya un debate intenso sobre cuál debe ser el papel de los ‘patronos’ en todo este proceso.

Una discusión que se antoja complicada dado que hablamos de una Comunidad Autónoma que representa el 19% del Producto Interior Bruto, y que cuenta con el 16% de la población con una riqueza per cápita por encima de la media, según Moody’s.

La agencia de calificación considera que una independencia de Cataluña sería nefasta para España y Cataluña, y hundiría sus calificaciones y opciones de emitir deuda en el mercado. Ahora bien, su diagnóstico coincide con el de otros operadores del mercado: el proceso de independencia no se llevará a cabo.

El mercado no da credibilidad

Eso sí, muchos de ellos reconocen estar preocupados por la solución que puede tener. Sin embargo, ni la bolsa española ni la prima de riesgo denotan un excesivo nerviosismo por todo lo que acontece en Cataluña. Más bien al contrario.

Basta con fijarse en los principales indicadores para darse cuenta. El Ibex 35 cerraba este lunes en los 10.290 puntos (tras una subida de casi dos) y acumula una revalorización en el año del 3,75%. La prima de riesgo se situaba en los 121 puntos básicos; sin apenas variaciones respecto a la semana pasada; y los seguros de impago de la deuda española se han abaratado.

Y eso que casi todos los actores del mercado están convencidos de que el próximo 1 de octubre las urnas saldrán a la calle y habrá un Sí rotundo a la independencia. Sin embargo, dudan de la legalidad que pueda tener el resultado. Existe un cierto consenso en que, finalmente, la Ley se impondrá y, por tanto, la desconexión no se podrá llevar a cabo.

“Los mercados está más preocupados por el proceso de retirada de los estímulos del Banco Central Europeo (el llamado tapering) que por Cataluña, que consideran un tema interno”, explica Alexis Ortega, director de Finagentes Gestión.

De hecho, la mayor parte de los operadores de mercado (entre los que están Moody’s y Goldman Sachs) apuestan por una solución política y negociada entre los gobiernos de Madrid y Barcelona.

La cuestión está en ver de qué forma se sustentan esas negociaciones, dado que las relaciones entre los Gobiernos de Madrid y Barcelona van a quedar muy tocadas. Y en todo esto, por cierto, los empresarios jugarán un papel esencial.