El mundo del fútbol se ha escandalizado al conocer que el PSG está dispuesto a pagar 180 millones de euros por la perla del AC Mónaco, Kylian Mbappé. La noticia se conoció sólo siete días después de que el mismo club dinamitara el mercado con el fichaje de Neymar, jugador que arrebataron al FC Barcelona por 222 millones de euros.

En un mes, el club francés podría realizar los dos fichajes más caros de la historia -muy por encima de los 120 millones que hace un año pagó el Manchester United por Paul Pogba- gastándose la friolera de 402 millones de euros en solo dos jugadores. Con estas cifras Qatar Sports Investments habría invertido más mil millones de euros solo en fichajes, sin contar salarios, desde que en 2011 comprase el 70% del club parisino.

Cifras desorbitadas para el mercado del fútbol, que hasta hace menos de cuatro años se escandalizó con la compra de Gareth Bale por el Real Madrid por 99 millones. Montantes que sin embargo para el dueño del PSG no son más que calderilla, si consideramos su extenso porfolio de inversiones alrededor del mundo y en los sectores más diversos.

Mbappé, el siguiente objetivo del PSG. Reuters

Patrimonio equivalente al PIB de Dinamarca

Qatar Investment Authority (QIA) -que controla el PSG a través de Qatar Sports Investments- tiene un patrimonio estimado de 270.000 millones de euros. Para que nos hagamos una idea de estas magnitudes, si QIA fuese un país se situaría cerca del puesto número 30 en el ránking de PIB Nominal elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) por encima de países como Dinamarca, Israel, Nigeria, Grecia o Portugal.

Qatar Investment Authority (QIA) es el brazo financiero de Qatar, un estado con uno de los mayores PIB per cápita del planeta (124.000 euros), con una población (2,7 millones de habitantes) inferior a la ciudad de Madrid y que se ha hecho rico gracias al dinero del petróleo y del gas.

La dinastía Al-Thani, que gobierna el país desde comienzos del Siglo XX, decidió centralizar sus negocios en un holding empresarial a comienzos del año 2000. Es por ello que en 2005 creó Qatar Investment Authority (QIA) su propio fondo soberano especializado en inversiones locales y extranjeras.

El objetivo era gestionar los excedentes de petróleo y gas natural que el Gobierno de Qatar estaba recibiendo y, de esta manera, diversificar sus inversiones en deuda soberana comprada a estados de mayor tamaño, tradicionalmente la principal inversión del estado qatarí.

Neymar, junto al presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi. REUTERS

El mayor inversor de Qatar

Jassim bin Hamad Al Thani fue el ideólogo de este fondo que comenzó a crear una compleja red empresarial con intereses en banca, automoción, distribución, televisión, construcción y fútbol, con agresivas inversiones en EE.UU., Reino Unido, Europa y Asia. En 2012 Hussein Al Abdulla, miembro del consejo de QIA cifró sus activos en más de 85.000 millones, pero las últimas actualizaciones del mercado los sitúan por encima de los 270.000 millones de euros, según el ránking del Sovereign Wealth Fund Institute.

El CEO es Abdullah Bin Mohammed Bin Saud Nasser Al Thani, aunque la decisión final respecto de sus inversiones la tiene Tamim bin Hamad Al Thani, emir y actual jefe de estado qatarí que según la revista Forbes es el séptimo monarca más rico del mundo con una fortuna de 2.500 millones de dólares.

QIA es el mayor inversor en el mercado bursátil de Qatar, con una participación mayoritaria en Qatar National Bank SAQ y el proveedor de telecomunicaciones Ooredoo QSC, que tiene operaciones en 12 países. También respalda a Qatar Airways.

El emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Thani en EEUU el pasado 21 de abril.

Deutsche Bank y Barclays

En Europa tiene importantes intereses en el mercado bancario. Poseen el 6,3% de Barclays, donde se estima que su inversión ronda los 2.400 millones de euros y ayudaron con 1.700 millones a Deutsche Bank durante la crisis financiera de 2008. También tienen intereses en Credit Suisse donde es el mayor inversor con más del 17% de sus acciones y el Agricultural Bank of China, donde posee el 13%.

Qatar Investment también es el mayor accionista de la alemana Volkswagen con el 17% de la compañía automotora valorada en más de 10.000 millones. También tiene el 9,7% de la petrolera estatal rusa Rosneft por valor de 6.000 millones y el 2,1% de Shell por valor en otros 2.000 millones.

Pero no solo tiene inversiones en el sector industrial y bancario, también tienen intereses en distribución y de las materias primas. Son dueños del 22% de Sainsbury, la cadena de supermercados del Reino Unido, una inversión de más de mil millones de euros y participan en el icono de la cultura estadounidense, la tienda de lujo Tiffany & Co, con el 12% del capital.

Imagen de los estudios de televisó de Al Jazeera en Doha. Cedida

Compraron la productora de Pulp Fiction

En el mundo audiovisual, vehiculan su inversión a través de Bein Media Group, empresa que ha ayudado a Mediapro y a Jaume Roures a invertir más de 3.000 millones de euros en comprar los derechos del fútbol en España durante los últimos cinco años.

Bein Media compró recientemente Miramax, la compañía cinematográfica que produjo Pulp Fiction. El grupo es propiedad de Al Jazeera Media Network y está dirigido por Nasser Al Khelaifi, también presidente del PSG y uno de los hombres de confianza de la dinastía Al Thani.

EL PSG, su compra "más austera"

Con estas magnitudes de inversión en todo el mundo, los mil millones de euros que se han gastado en fichajes en el PSG desde 2011, son una mínima parte de todo el dinero que el fondo soberano se ha gastado en una década.

De hecho, la compra del PSG en 2011 podría considerarse una de sus inversiones más austeras. Qatar Sports Investments compró el 70% del París Saint-Germain por unos 50 millones de euros, que incluía deudas de unos 40 millones. Un año después compraría el 30% restante por menos de quince millones.

En total, el fondo no se ha gastado más de 110 millones de euros en comprar el PSG, una cifra irrisoria si se compara con los 270.000 millones de euros que maneja el fondo en todo el mundo.