Bankia, la entidad controlada por el Estado al 67% a través del Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (FROB), ha presentado sus últimos resultados semestrales en solitario. Los próximos, al cierre de 2017, ya serán integrados con los de Banco Mare Nostrum (BMN). El próximo 14 de septiembre se reunirán ambas juntas de accionistas para ratificar el acuerdo de fusión y la ecuación de canje planteada.

Un semestre en el que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha vuelto a hacer auténticos encajes de bolillos para contener los márgenes ante el mantenimiento de una situación de tipos de interés negativos, a la espera de que ya en 2018 suban los tipos y el euribor vuelva a terreno positivo.

Margen de intereses por debajo de 500 millones

Ajustes y más ajustes para que, al final, el margen bruto no se resienta mucho de un margen de intereses que, tras muchos trimestres, ha vuelto a bajar de los 500 millones de euros entre abril y junio de 2017.

Un hecho que está obligando a la entidad financiera a compensar esta caída de ingresos con el cobro de más comisiones. Y, ello, a pesar de que esta se han eliminado para buena parte de los clientes con recibos domiciliados, nuevas hipotecas, autónomos, o los clientes que se dan de alta en la cuenta digital ON.

Comisiones aceptadas de manera natural

No queda otra. “Son las comisiones indirectas propias del banco, aceptadas de manera natural por los clientes”, exponía José Sevilla, el consejero delegado de Bankia, durante la presentación de resultados de la entidad al cierre del primer semestre de 2017. Un aumento de esas comisiones, de hasta 425 millones en ese periodo, un 4,7% más debido en buena parte al mayor uso de las tarjetas y de los medios de pago, que crecían un 7% y un 68%, respectivamente.

De no ser por estos incrementos de las comisiones, hubiera resultado complicado que Bankia hubiera logrado la estabilidad del margen bruto, y la caída del 2,3% hubiera sido mayor.

El comodín de las ventas de renta fija

En esos movimientos para que las cuentas lucieran mejor, Bankia también echaba mano de los 262 millones de euros obtenidos por operaciones financieras, sobre todo por las ventas de títulos de renta fija y una mejor gestión de las coberturas. En el primer semestre de 2016, con solo 119 millones ingresados por ventas financieras, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri llegaba prácticamente al mismo margen bruto.

Al margen de estas cuestiones de actualidad, Bankia y el resto de entidades financieras miran de reojo al impacto que, a partir del 1 de enero de 2018, tendrá la nueva norma contable IFRS-9, que obliga a provisionar, no en base a pérdidas incurridas, sino a pérdidas esperadas durante toda la vida de un crédito. En Bankia mantienen la cautela. “No tenemos nada cerrado. Existe un borrador de junio y todavía hay mucha tela que cortar. Lo estamos analizando todo, aunque, en principio, valoramos la asunción de un 12% de provisiones”, comentaba José Sevilla.

Fusión con BMN y nueva privatización

También salía al paso el consejero de Bankia de los pormenores sobre el proceso de fusión con BMN y de la posibilidad abierta de que el FROB, principal accionista, pueda vender una nueva participación de la entidad rescatada por el Estado, como dejaba caer hace unos días el ministro de Economía, Luis de Guindos.

En este sentido, Sevilla, convencido de que se retome cuanto antes la privatización, estima que, tras la operación de BMN y a poco que el mercado mantenga un entorno favorable, sería un buen momento para acometer otra venta y aumentar el capital flotante de la entidad. ¿Sería suficiente vender un 7% como insinuaba De Guindos? El consejero delegado de Bankia piensa que el porcentaje, en este caso, es lo de menos.

Sin preocupación a los cortos

Igualmente mostraba Sevilla especial preocupación por el aumento de las posiciones cortas sobre Bankia -actualmente en torno al 3%- ante una cercana privatización parcial. “Siempre las hemos tenido y es verdad que han crecido algo en los últimos meses, pero no nos preocupa ya que se trata de un volumen acotado”, decía.

Sevilla también fue requerido a que diera su valoración sobre el borrador de la nueva ley hipotecaria, que el Gobierno remitía este lunes Consejo de Estado para su dictamen. “Aumenta la transparencia y la seguridad y no creo, como algunos dicen, que se trate de una norma descafeinada y que vaya a subir el precio de los préstamos. Todo lo contrario, servirá para quitar la litigiosidad que ha habido en los últimos años”, sentenciaba.

Cierre de oficinas por aumento de clientes multicanal

Sobre el cierre de 89 oficinas en el primer semestre, el consejero delegado de Bankia tiene claro que “vamos a seguir con la política selectiva de redes de oficinas, obligados por un aumento del 40% de los clientes multicanal”, comentaba.

Un cierre que no lleva aparejado una caída de la plantilla. En lo que va de año solo se ha reducido en 28 el número de empleados. “Seguimos reconduciendo la plantilla a canales más novedosos como Conecta con tu Experto”, señalaba José Sevilla.

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