Hombres de entre 35 y 50 años, de clase media-alta, y con una aspiración: parecer más altos. Es el público objetivo de una pyme sevillana que vende unos zapatos con alzas disimuladas para que los hombres ganen 7 centímetros de altura. Masaltos.com ha cumplido 24 años y no les va mal: el año pasado vendieron más de 16.000 pares de zapatos y facturaron un millón y medio de euros.

La compañía es pionera en Andalucía en comercio electrónico, donde comenzó a vender en 1994 además de hacerlo en su fábrica de Sevilla. La marca no entiende ahora su expansión sin la venta online. ¿La razón? La "confidencialidad" que ofrece este medio. Aunque en el vestuario femenino está socialmente aceptado -a veces, incluso, forzado- el uso de los tacones, los hombres siguen avergonzándose de querer parecer más altos. "Es un producto que requiere un medio con privacidad... por eso Internet tiene tanto éxito", explica a EL ESPAÑOL el CEO de Masaltos.com, Antonio Fagundo

Nicolas Sarkozy, Tom Cruise o José María Aznar son algunas de las personalidades que recurren a este tipo de zapatos para realzar su figura y ganar presencia, pero casi nadie reconoce ponérselos. "Por eso guardamos bajo siete llaves la identidad de nuestros clientes y entregamos los pedidos en un paquete blanco, sin marcas ni distintivos”, asegura Fagundo, que también calza los zapatos de su compañía.

La ola en la que se subieron cuando nadie más se atrevía, la del comercio online, les está llevando ahora a las mejores cifras desde que nacieron. "Estamos creciendo en los últimos años a doble dígito", apunta Fagundo. Una de las claves está en su internacionalización: el 65% de sus ventas son a mercados extranjeros.

No se entiende sin Internet

El "antes y después" en las ventas de la compañía fue a partir de los años 2005 y 2006. Así lo explica el consejero delegado, que detalla que las ventas por Internet suponían entonces cerca de un 20% del total; hoy son el 90%. El 10% restante pertenece, sobre todo, a compras de "gente mayor que no está habituada a comprar así".

Otra de las ventajas del comercio electrónico y que ha supuesto un gran impulso para la empresa es que se eliminan las barreras geográficas. De su fábrica de Sevilla al mundo. "La clave está en trabajar bien tu página web y los idiomas en que se ofrece", dice Fagundo, que, con formación en derecho y marketing, cogió las riendas de las empresa de sus tíos hace solo dos años. Desde entonces, la apuesta y el refuerzo de la venta online ha sido total.

Parte del equipo de la pyme sevillana Masaltos.com.

En este sentido, la página web presta atención al cliente en ocho idiomas (español, alemán, inglés, francés, portugués, italiano, ruso y turco) y sirve pedidos a más de 90 países de los cinco continentes. "El aterrizaje en otros países lo hemos hecho todo solos, pusimos publicidad internacional a través de revistas especializadas...", explica Fagundo.

En 2010, la empresa se alió con el gigante electrónico Amazon, lo que le ha permitido impulsar su presencia en países como Alemania, Reino Unido e Italia.

El objetivo, crecer en Asia

Aunque España continúa siendo el primer mercado para Masaltos.com, lo es por poco margen. Estados Unidos ocupa la primera posición internacional por volumen de ventas, con una cuota superior al 10%, seguido de Japón, Rusia y México. Estos tres países copan el 25% de las ventas internacionales de la firma de calzado.

La compañía tiene los ojos puestos con especial atención en Asia, un continente que ven con mucho potencial para crecer en ventas. ¿Por qué? Entre otras cosas, por el desarrollo del comercio electrónico y por la estatura de sus habitantes, que miden unos 10 centímetros menos que la media europea. Entre los países más crecimiento destacan Japón, donde Masaltos.com firmó en 2015 una alianza con la empresa nipona ATPC Japan. "Estoy enamorado de Japón, las ventas allí funcionan cada vez mejor", asegura el CEO.

Sus esfuerzos se dirigen ahora hacia China, donde mantienen contactos con socios locales para poder entrar. Para la compañía sevilla, supondría "el espaldarazo definitivo" a su estrategia de crecimiento "en el continente que está protagonizando el desarrollo económico global en los últimos años".

Con solo 13 personas en su equipo y dos marcas que fabrican para ellos, la compañía no teme que la expansión se le quede grande. "La plantilla tiene entre 25 y 30 años y son todos licenciados o graduados", apunta Fagundo. Gente preparada y habituada a la compra online, es "lo esencial".

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