Isolux ha aprobado, tras varios aplazamientos, las cuentas del ejercicio 2016, que arrojan una pérdida de 1.332 millones de euros, consecuencia de realizar saneamientos y ajustes de valor por 2.853 millones de euros, según indicó la compañía de construcción e ingeniería.

El resultado es reflejo de la reestructuración que Isolux acometió el pasado año, por el que sus bancos acreedores tomaron el control de la compañía al canjear deuda por acciones y se lanzó un programa de venta de activos.

El consejo de Isolux aprueba finalmente las cuentas de 2016, tras aplazar su formulación hasta en cuatro ocasiones, y lo hace coincidiendo con el nuevo proceso abierto para reestructurar de nuevo el grupo y evitar su concurso.

En este sentido, el máximo órgano de gestión de la compañía, tras aprobar la pasada semana un plan de viabilidad, mandó un aviso a sus bancos acreedores y accionistas al asegurar que "Isolux constituye un proyecto empresarial viable" si "recibe el apoyo financiero adecuado", según indica la empresa en un comunicado.

La falta de acuerdo con los bancos para inyectar liquidez a la compañía es precisamente lo que la abocó a acogerse al 'preconcurso' el pasado mes de marzo.

En cuanto a las cuentas de 2016, arrojan un cifra de negocio de 706 millones y un beneficio bruto de explotación (Ebitda) negativo de 1.287 millones.

De su lado, la deuda, tras la capitalización del pasado año, se reduce a 511 millones y la cartera total de contratos se sitúa en 2.057 millones.

Los proyectos más solventes de esta cartera serán los que pasen a la 'nueva Isolux', según lo contemplado en el plan de viabilidad.

El consejo de la compañía que preside Nemesio Fernández-Cuesta ha convocado la junta general de accionistas del grupo para el próximo 4 de julio.