La guerra que se ha abierto entre las pequeñas cadenas de TDT y el duopolio tras el fichaje de Alberto Ruiz-Gallardón como lobista, tiene a un inesperado protagonista: Mauricio Casals. El todopoderoso presidente de La Razón mantiene presencia en los dos bandos, como directivo de Atresmedia y como padre del dueño de la comercializadora de publicidad de las televisiones rebeldes. Un delgado equilibrio que amenaza con romperse en cualquier momento y un conflicto de intereses en el que Casals no podrá seguir manteniendo la neutralidad por demasiado tiempo.

Casals es el hombre fuerte del grupo Planeta y la principal carta del editor de La Razón, Antena3 y La Sexta para tener una estrecha relación con el gobierno del Partido Popular. Quienes le conocen -y le han visto actuar- no dudan en señalar que es el empresario mediático con mayor peso en Moncloa y que utiliza sus contactos para mover los hilos en el mundo de la empresa y la política y sus medios de Comunicación para pagar favores.

Las grabaciones conocidas en las últimas semanas en relación a la operación Lezo le retrataban como un personaje con un gran manejo del poder, con contactos privilegiados en el Partido Popular y que se ufanaba de poner sus medios al servicio de sus intereses personales y empresariales. En sus conversaciones con Edmundo Rodríguez Sobrino intervenidas por la Guardia Civil, Casals prometía al empresario presionar desde La Razón y Atresmedia a la presidenta de la Comunidad Cristina Cifuentes para que no denunciara las irregularidades del Canal de Isabel II.

Casals y "el sándwich al PSOE con La Sexta"

Casals se jactaba en algunas de estas grabaciones de que la "el sándwich al PSOE con La Sexta funciona de cine" demostrando que su influencia en Atresmedia es incontestable y que utiliza este poder para realizar movimientos políticos y un cerrado apoyo al Partido Popular. Formalmente Casals es miembro del consejo de administración de Atresmedia en representación de Planeta y es presidente del diario La Razón, pero en la televisión su influencia va mucho más allá y, a tenor de sus propias palabras, su injerencia en la línea editorial es directa.

Mauricio Casals es el guardián de las esencias de Atresmedia y todo parece indicar que se deberá posicionar del lado de su cadena en esta nueva lucha que se ha abierto entre los pequeños canales de TDT y los dos grandes gigantes audiovisuales. En EL ESPAÑOL contamos que el grupo de pequeñas televisiones agrupadas en la Asociación Española de Televisiones Privadas Digitales Terrestres han decidido pasar al ataque y han fichado a Alberto Ruiz-Gallardón para que represente sus intereses.

Ruiz-Gallardón ya ha tenido una primera toma de contacto con los principales directivos de Atresmedia y Mediaset y entre ellos se ha reunido con un viejo amigo del PP, Mauricio Casals, para transmitirle las principales demandas de sus nuevos clientes, 13TV, DKISS, Real Madrid TV, Unidad Editorial y Vocento. El objetivo de estas cadenas es crear condiciones para un reparto más equitativo de la publicidad ya que los últimos datos oficiales son nefastos para sus intereses. En 2016 Mediaset y Atresmedia facturaron el 85% de la publicidad con solo el 57% de la audiencia.

Pulsa gestiona la publicidad de las teles pequeñas

En esta guerra Mauricio Casals tiene mucho que decir y no solo por ser consejero de Atresmedia, sino que porque tiene intereses en el bando contrario. Su hijo Manuel Casals es el fundador de Pulsa Media Consulting, la empresa que comercializa la publicidad de estas cadenas pequeñas rebeldes y buena parte de las televisiones de pago. En su cartera de clientes se encuentran las majors internacionales FOX, Discovery, Sony y AMC con más de una veintena de canales en abierto y en el pago.

Pulsa también es la responsable de comercializar la publicidad de 13TV, DKISS, TEN y Real Madrid Televisión, además de las cadenas que alquilan las frecuencias a Unidad Editorial y Vocento: Disney Channel, Paramount Comedy, Gol y Discovery Max. En total, la cartera de clientes de Pulsa tiene cerca del 12% de la audiencia de la televisión y por volumen factura más de la mitad de los 300 millones que el duopolio deja libres del mercado publicitario. Esto les convierte en el tercer operador por detrás de las comercializadoras de Mediaset y Atresmedia.

Según consta en el registro mercantil, Manuel Casals cuenta en estos momentos con poco más del 20% de la propiedad de la compañía tras vender a Fox España el 51% de sus acciones en verano de 2015. En marzo de 2016 Sony entró en el accionariado con el 20%. La compañía no se posiciona en la guerra, pero está claro que los intereses de todos sus clientes son contrarios al duopolio.

Una batalla que deja a Mauricio Casals entre dos aguas. Por un lado, en Atresmedia le exigirán que defienda los intereses del duopolio, que pasan básicamente por mantener inalterable las actuales reglas del mercado publicitario, pero por otro lado, la comercializadora de su hijo solo podría prosperar si se flexibilizan estas reglas para permitir que las pequeñas cadenas de TDT tengan un mayor peso en la tarta publicitaria.

Casals se ha mantenido neutral en el conflicto

La situación de las pequeñas TDT es compleja, según reconocen algunos directivos del sector a EL ESPAÑOL. En abril y mayo las cifras de inversión publicitaria han estado muy por debajo de lo esperado, lo que ha acelerado la rebelión de las pequeñas TDT. Estas cadenas fundaron la Asociación Española de Televisiones Privadas Digitales Terrestres en febrero, y tras su primer encontronazo con Uteca en la que incluso estuvo sobre la mesa su salida de la patronal, no habían vuelto a hacer ruido.

Ahora han fichado a Alberto Ruiz-Gallardón y a una agencia de comunicación, decididos a hacer ruido y a sacar adelante sus proyectos. Entre otras cosas, las pequeñas TDT piden que Abertis cobre el uso de su señal de manera proporcional a la cuota de pantalla; que se regule la relación de las grandes televisiones con las agencias de medios; que vuelva la publicidad de RTVE y que los bloques de publicidad se reduzcan hasta los seis minutos por hora.

Un pliego de peticiones que son absolutamente incompatibles con el funcionamiento del mercado que durante la última década ha permitido el duopolio de la televisión en el que Mediaset y Atresmedia facturaron 1.811 de los 2.120 millones que ingresó todo el sector de la televisión en 2016. El siguiente paso de las pequeñas cadenas de TDT será mantener contactos con la administración para transmitir sus demandas y aquí Mauricio Casals ya no podrá ser neutral ni podrá seguir jugando en los dos bandos como ha estado haciendo hasta el momento.

La relación de Casals con Mariano Rajoy es inmejorable y es seguro que su opinión sobre el conflicto será escuchada por el presidente de Gobierno. La duda será conocer cuál será la posición definitiva del directivo de La Razón. ¿Se decantará por Atresmedia y el duopolio o por las pequeñas cadenas de TDT y su comercializadora de publicidad?

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