Jaime Echegoyen, presidente de Sareb, y Antoni Borderia, jefe ejecutivo de Reig Martí.

Empresas A LOS LEONES
22 mayo, 2017 01:23

Aunque Echegoyen vista la Sareb de socimi, banco malo se queda

La Sareb, el banco malo que la Comisión Europea obligó a crear a España en el marco del rescate financiero de 2012, está a punto de cumplir el primero de sus tres lustros de vida, y las cuentas siguen sin dar alegrías. La venta de activos, tanto créditos como inmuebles, prosigue, pero no al ritmo que sería deseable para cumplir con el objetivo de devolver los 51.000 millones de deuda. Solo se han devuelto 10.000 millones y los responsables del banco malo -tanto políticos como administrativos- siguen dándole vueltas a ver cómo aceleran las ventas. Al ritmo actual quedarían unos 12.000 millones con los que el Estado, como avalista, tendría que apechugar.

La última ocurrencia la lanzó la pasada semana el ministro de Economía, Luis de Guindos, la de transferir a una socimi un tercio de los 5.000 inmuebles -viviendas sobre todo- que la Sareb tiene en alquiler, como una vía para obtener mayor rendimiento a estos activos. El banco malo, presidido por Jaime Echegoyen, recogía el guante, y asumía que esta podía ser una alternativa más, aunque, desde el punto de vista cuantitativo tampoco vaya a suponer una mejora sustancial. En el baúl de la Sareb quedan miles de viviendas y suelos. Activos que ni regalándolos se van a comprar, como ese piso, incluido en la última campaña promocional, que se vende por 17.700 euros en la localidad zamorana de Sayago.

Reig Martí, el rey se queda sin cama

El histórico fabricante textil y de hogar Reig Martí no pasa por su mejor momento. El pasado 28 de abril el juzgado mercantil número 2 de Valencia aprobó el concurso de acreedores de la empresa, dos meses después de realizar un ERE que despidió a 41 de los 110 trabajadores que aún mantenía en su plantilla. En diciembre, la compañía, al frente de la cual estaba un triunvirato formado por Antoni Bordería Reig (en la imagen), Rosa Ana Reig y María Antonia Reig, presentó en este mismo juzgado el preconcurso para comenzar a pagar su deuda. Los trabajadores denuncian retrasos en los pagos desde hace meses. En su horizonte está el destino que ha sufrido su participada, Finitextil, que ya había entrado en concurso en 2014 y ha iniciado su liquidación.

Reig Martí llegó a ser calificado como el “rey de las camas” en el mítico anuncio publicitario de la década de 1990, pero todo cambió a comienzos de este siglo por la irrupción de cadenas internacionales como Ikea con precios más bajos y con una propuesta de negocio radicalmente diferente. En 2005, y antes de la crisis económica, facturaba 25 millones de euros con 250 trabajadores. Diez años después sus ingresos han caído hasta los 12 millones. Toca el momento de la reconversión, de reducir su tamaño y de vender parte de sus activos. De momento, la última palabra la tienen los juzgados.