Los Puig, la familia catalana que controla la multinacional de perfumes, está en un gran momento. Bajo la presidencia de Marc Puig acaba de hacer públicos unos beneficios de 155 millones en 2016, un 23% más, tras facturar 1.645 millones. El patriarca, Mariano Puig, ha sido galardonado con el Premio Reino de España a la trayectoria empresarial, otorgado por el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos. Y, por si fuera poco, han movido ficha en el negocio inmobiliario para tratar de sacar un mayor rendimiento a esta actividad.

Los resultados vienen a respaldar la gran diversificación geográfica del grupo -presente en 150 países y con filiales en 22- y a consolidar su posición como quinto grupo de perfumería del mundo, con marcas como Nina Ricci, Valentino, Comme des Garçons, Jean Paul Gaultier o Paco Rabanne, entre otras. El premio a Mariano Puig obedece a la creación de un importante grupo empresarial fuertemente internacionalizado que da empleo a casi 4.500 trabajadores. Y, aprovechando la liquidez sobrante, la familia acaba de entrar en la inmobiliaria Colonial tomando el 4,7% de su capital, ha comprado al BBVA su sede en Barcelona y montado una sociedad conjunta con la propia inmobiliaria presidida por Juan José Bruguera para un proyecto conjunto de oficinas.