Las erráticas declaraciones de Donald Trump -antes y después de ser elegido presidente de Estados Unidos el pasado 8 de noviembre- dejaron a los inversores imbuidos en una gran incertidumbre, sin saber a qué atenerse de cara a mover el capital en empresas de sectores estratégicos cuyos negocios podrían verse afectados por las decisiones del nuevo presidente. Tres meses después de tomar posesión, el efecto Trump es agua pasada y los inversores vuelven a mover el capital.

Entonces, a principios de año, Invesco -una de las grandes gestoras estadounidenses- no dudó en ponerse en modo conservador hasta ver qué deriva tomaría Trump en temas tan cruciales como los estímulos fiscales, los recortes de impuestos, el déficit o los tipos de interés.

“Realmente hemos reducido riesgo porque estamos preocupados por esta incertidumbre, esta desconexión entre la política real, la política de Twitter y las cosas que están saliendo de todas las direcciones", comentaba Kevin Egan, uno de los directivos de esta gestora, tres días antes de que Trump tomara posesión el pasado 20 de enero. Además, tampoco veía clara la situación en Europa, por el brexit y por las citas electorales en Alemania e Italia.

Huida de OHL

Las reacciones de esta política conservadora de Invesco no tardaron en apreciarse en la bolsa española. Entre finales de diciembre de 2016 y finales de enero de 2017, la gestora vendía más de 3 millones de acciones de OHL, el grupo de construcción y concesiones controlado por la familia Villar Mir. Un paquete que dejaba reducido su capital en la constructora española por debajo del 4%, cuando un mes antes superaba el 5%.

También a finales de enero, tras la toma de posesión de Trump, Invesco comunicaba la venta del 1,1% de Atresmedia, reduciendo su participación desde el 3,92% al 2,81%, muy por debajo del 4% que, en agosto de 2015, llegó a ostentar en el grupo mediático convirtiéndose en su cuarto accionista.

Aprovechando el precio bajo de Abengoa

Ahora, Invesco está de vuelta. En este regreso a la bolsa española, acaba de comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su entrada en el capital de la nueva Abengoa. Aprovechando la salida fulgurante de la multinacional sevillana del Banco Santander, el Sabadell y los fondos Värde, DE Shaw y Arvo, Invesco ha adquirido 1.890 millones de acciones A, equivalentes al 1,032% del capital, por 62,4 millones de euros.

Unos días antes, el pasado 28 de marzo, Invesco también acudía a la salida a bolsa de Neinor, metiendo en la promotora controlada por el fondo Lone Star más de 30 millones de euros para amasar un capital del 2,35%. El inmobiliario es un sector en el que Invesco se siente cómodo. En España es propietario de varios edificios comerciales y desarrolla promociones de viviendas de lujo en Madrid, en el paseo de la Habana y en la calle Serrano.

2 millones de acciones en Telepizza

Entre el 2 y el 15 de febrero, Invesco también realizaba sendas operaciones de compra de acciones de Telepizza, hasta aglutinar el 2% de la compañía presidida por Pablo Juantegui. Más de 2 millones de títulos que capitalizan por 10,3 millones de euros.

Estas compras de Invesco contrastan con el mantenimiento de su estrategia vendedora en OHL. En este caso, la desconfianza de esta gestora en el futuro del grupo controlado resulta evidente. A los más de 3 millones de títulos vendidos en enero de 2017, sumaba otros casi 6 entre el 14 y el 31 de marzo, para dejar reducida su participación en la constructora por debajo del 2%.

Noticias relacionadas