Bruselas

La Comisión Europea ha abierto este jueves expedientes contra España, Alemania, Reino Unido y Luxemburgo por no haber sancionado a Volkswagen tras descubrirse el escándalo de las emisiones. El grupo alemán trucó los motores diésel de sus coches para rebajar artificialmente en los test de homologación las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), que causan enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón.

Estos cuatro países son los que homologan los vehículos del grupo Volkswagen en la Unión Europea (los de Seat en España) y por tanto les corresponde a ellos multar a la compañía por haber infringido la legislación comunitaria, que prohíbe expresamente el uso de dispositivos para manipular las emisiones. Más de un año después de que en septiembre de 2015 estallara el conocido como Dieselgate, ninguno de los Gobiernos ha actuado contra el gigante alemán. Bruselas no tiene poderes para sancionar.

Además, el Ejecutivo comunitario acusa en particular a Alemania y Reino Unido de negarse a revelar, cuando se lo pidió Bruselas, toda la información técnica reunida durante sus investigaciones nacionales sobre posibles irregularidades en las emisiones de los coches de Volkswagen y otros fabricantes en sus territorios. Este comportamiento vulnera también las normas de la UE.

España se defiende

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, que se encuentra este jueves en Bruselas, se ha defendido de las acusaciones de la Comisión. "Desde que se conoció el asunto, en España sí se han producido actuaciones. El ministerio de Industria ya abrió un expediente informativo, que puede derivar en sanciones, a Seat", ha explicado en rueda de prensa.

El expediente está paralizado porque Manos Limpias y algunas organizaciones de consumidores presentaron una querella criminal ante la Audiencia Nacional. Al ser por la vía penal, todo el procedimiento administrativo ha quedado en suspenso automáticamente hasta que haya sentencia, según fuentes del ministerio de Justicia.

Los Gobiernos deben actuar 

"Cumplir la ley es antes que nada responsabilidad de los fabricantes de coches. Pero las autoridades nacionales de toda la UE deben garantizar que las empresas respeten realmente la normativa", ha dicho la comisaria de Industria, Elzbieta Bienkowska, en un comunicado.

España, Alemania, Reino Unido y Luxemburgo recibirán ahora una carta de emplazamiento de Bruselas, primer paso de un procedimiento de infracción, exigiendo explicaciones por su pasividad en el caso Volkswagen. Si pese a todo no actúan, el caso podría acabar ante el Tribunal de Justicia de la UE e incluso con sanciones para los cuatro países, aunque el procedimiento podría durar años.

La Comisión ha expedientado también este jueves a República Checa, Grecia y Lituania porque estos tres países no han introducido en sus respectivas legislaciones nacionales las sanciones que exige la UE para los fabricantes que incumplan las normas de homologación.

Ni multas ni compensaciones

Más de un año después del estallido del escándalo de las emisiones, Volkswagen ha salido prácticamente indemne en la Unión Europea. No es sólo que ningún país miembro le haya multado, sino que ni siquiera ha tenido que indemnizar a los compradores de los vehículos manipulados. Y ello pese a las presiones de la comisaria de Justicia, Vera Jourova, que ha tratado de organizar, de momento sin éxito, un frente común de las organizaciones de consumidores comunitarias.

Además, Alemania y España han debilitado los nuevos tests para detectar el fraude en las emisiones de los coches, que empezarán tener carácter vinculante en 2017, para no perjudicar a la industria automovilística. Bruselas ha propuesto también una reforma en el sistema de homologación de los vehículos, pero de momento no ha sido aprobada por los Gobiernos y la Eurocámara.

El contraste con la actuación de Estados Unidos no puede ser mayor. Fue la administración de Barack Obama la que destapó que Volkswagen manipulaba las emisiones. Y allí el grupo se ha comprometido a recomprar o arreglar 475.000 coches y pagar 15.000 millones de dólares a los perjudicados, entre los que se encuentran clientes y concesionarios.

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