“Blanco está en situación de quiebra desde hace meses: sin producto en las tiendas, sin ningún tipo de financiación externa ni interna, perdiendo entre un millón y un millón y medio cada semana y con sentencias de desahucios de tiendas pendientes de ejecución”. Así describen fuentes de la compañía textil la difícil situación que atraviesa la empresa fundada por Bernardo Blanco.

Una tormenta perfecta que ha llevado a la compañía a declararse en concurso de acreedores voluntario. Lo hace por segunda vez en tres años. Con la diferencia de que en 2013 se acogió a la supervisión judicial por su elevado endeudamiento y, ahora, porque su balance es prácticamente insalvable. Además, el actual accionista de referencia, el fondo de Dubai AC Modus es un incógnita. La única certeza es que la compañía, con más de 900 trabajadores y unas 90 tiendas, según fuentes internas, está al borde de la quiebra.

¿Quién este fondo y por qué es incapaz de salvar Blanco? Sobre el papel se trata de un fondo con sede en Dubai (Emiratos). Se hizo con el control de la compañía hace sólo unos días. El pasado 4 de noviembre se hizo efectivo el traspaso de la empresa dueña de Blanco, Global Levia a la sociedad AC Modus Limited, según figura en el Registro Mercantil español. Sin embargo, no consta ningún dato más sobre esta firma, ni dónde tiene su sede ni qué accionistas están detrás.

Hasta este traspaso, Blanco estaba controlado por el grupo saudí Fawaz Abdulaziz Alhokair Co. (comparte nombre con el presidente de la empresa). Un grupo árabe que en 2014 salió al rescate de la cadena de moda con el objetivo de salvar la empresa con el compromiso de mantener el empleo. Sin embargo, en cuanto tomó el control, una de las primeras medidas fue poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Alhokair se ganó el beneplácito de ser el socio capaz de salvar Blanco porque es la compañía que gestiona en Arabia Saudí tiendas de algunas de las principales cadenas de moda como las españolas Inditex, Mango o Desigual o foráneas como GAP, Superdry o Marks & Spencer.

El anónimo socio de Dubai

Alhokair comunicó el pasado junio que traspasaba Blanco a AC Modus a cambio de 350 millones de riyales saudíes, el equivalente a 87 millones de euros al cambio actual. No dijo a quién de se la vendía. Sólo trascendió que la sociedad compradora estaba participada por el propio Fawaz Abdulaziz Alhokair.

Tienda de Blanco en la Gran Vía de Madrid. JuanJo Martín Efe

“Los saudíes se han desentendido por completo. Se comprometieron a invertir 25 millones de euros y, de esa cifra, no se ha materializado nada”, señalan las citadas fuentes. “Los sueldos de los trabajadores se están pagando con el flujo de caja que va entrando. Han pagado el 65% de la nómina de octubre. Van poco a poco, pagan parte de los salarios cuando va entrando dinero en caja. Con los alquileres es peor, porque hay impagos y sentencias de desahucios pendientes de ejecución. A eso se suman embargos en cuentas por importe de unos 400.000 euros”, añaden. “Es muy difícil que esta empresa tenga solución”.

La compañía aseguró este miércoles, a través de un comunicado, que en los últimos meses ha estado buscando inversores para reflotar el negocio, pero que esos “esfuerzos” han sido “infructuosos” por lo que no ha tenido más remedio que declararse en concurso. Unos inversores que, según ha trasladado la empresa a la plantilla, eran “españoles, ingleses y emiratíes”.

Números rojos

Es imposible saber en qué situación está el balance actual de Blanco. La compañía no ha presentado al registro las cuentas anuales del ejercicio 2015. Así que los últimos datos oficiales corresponden a 2014, el ejercicio en el que se materializó el desembarco de Alhokair. Entonces, perdía más de 7,4 millones de euros con un volumen de ventas de 107 millones.

Esas pérdidas llevaron a negativo el patrimonio de la empresa a 7,95 millones de euros. Para deshacer esa situación que habría obligado a un nuevo concurso, Alhokair se comprometió a inyectar en marzo de 2015 más de 12 millones de euros a través de un préstamo participativo. Sin embargo, ese agujero en el balance, en lugar de solucionarse se habría acrecentado desde entonces.

Después del verano llegaron dos nuevos traspiés para el grupo. En septiembre, en teoría bajo la dirección de AC Modus, Blanco aprobó un su tercer ERE, después de despedir a cerca de 900 personas. Sin embargo, a finales de octubre anuló ese despido colectivo y después de cuatro jornadas de huelga de su plantilla. Un paso atrás que hizo temer a los trabajadores una decisión más drástica, como el concurso que acaba de anunciar. Por otro, tuvo que readmitir a Bernardo Blanco Moreno, hijo del fundador de la compañía y ex director general de la cadena textil, que demandó al grupo al entender que su despido había sido improcedente. Volvió a la compañía como director creativo, según la web modaes.es.

“La marca está tan deteriorada que la única posible solución es que alguien invierta, traspase todo lo salvable a otra marca, porque las localizaciones que tienen Blanco son muy buenas, en la calle Fuencarral de Madrid, en la Gran Vía, en la calle Pelayo en Barcelona, en el centro de Málaga. El problema es que son tiendas en alquiler y no los están pagando, así que tendrían que pagarlos, renovar esos contratos y traspasarlos. Es muy difícil salvar a Blanco”.

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