El PSOE ha criticado "la siempre bien dispuesta colaboración de los directivos más ultraliberales del Banco de España" para poner en duda la viabilidad de la Seguridad Social y defender el recorte de las pensiones públicas

Así lo afirma el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Rafael Simancas, quien considera que estos directivos "ultraliberales" del supervisor contribuyen a dibujar "la distopía más imaginativa y pavorosa" sobre el futuro de la Seguridad Social.

En un artículo de la Fundación Sistemas, Simancas añade que, a partir de esas "mentiras grandes, deliberadas y dolosas", se defiende que "no queda más remedio que recortar" y se emprende una "campaña" para no subir las pensiones. Y todo ello, subraya, en unas jornadas organizadas por "uno de los grandes bancos españoles, con importantes intereses en las pensiones privadas".

Fechado el pasado 4 de octubre, el artículo se publicó apenas dos días después de las jornadas organizadas por BBVA en las que el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, recomendara "reformas de calado" en el sistema público de pensiones y elogiando el "avance sustancial" de las reformas de 2011 y 2013 que recortaron estas prestaciones.

Planteamientos "fake"

En la revista dirigida por el presidente del CIS, José Félix Tezanos, y de la que es subdirector, Simancas argumenta que la previsión de que en 2050 un 70% de las personas será mayor de 65 años es "una caricatura insultante", que hay margen aún para aumentar el peso de las pensiones respecto al PIB, hoy es 10,5% y en países del entorno español supera el 15%, sostiene, y que el déficit de la Seguridad Social se origina "fundamentalmente" por la reforma laboral.

El dirigente socialista asegura que "la Seguridad Social y el sistema público de pensiones tienen problemas importantes, pero todos ellos cuentan con soluciones que no pasan necesariamente por el recorte en las prestaciones que se plantea desde las derechas".

En este sentido, rubrica que "estos planteamientos 'fake' forman parte de la campaña emprendida por los políticos y economistas neoliberales para combatir una política fiscal progresista, socavar los cimientos del sistema público de pensiones, y promocionar el negocio de las pensiones privadas".

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